Regla de Tres

Sin novedad en el frente: prevalecen armas nucleares


Se cumplen 112 años del natalicio de Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz que propugnaba por un desarme mundial, tan necesario ahora como entonces

América Latina es una zona libre de armas nucleares gracias a los dotes diplomáticos de un personaje de cuna local, el canciller zamorano Alfonso García Robles (1911-1991) que propugnaba por un desarme mundial, tan necesario ahora como entonces, si se considera que en la actualidad se mantienen en estado de alerta operativa alta unas 2 mil armas de destrucción masiva.

Al cumplirse 112 años del nacimiento de García Robles, Premio Nobel de la Paz (1982) y en el contexto de las tensiones internacionales desatadas con la Guerra en Ucrania, echemos un vistazo al panorama de las armas nucleares en el mundo, donde un puñado de 9 países poseen el 100 por ciento de ellas (12 mil 705).

Cerca del 90 por ciento de dicho potencial nuclear está en manos de Rusia (47%) y Estados Unidos (42.7%), naciones que forman parte del estrecho grupo de 5 países que a escala mundial resultan los mayores proveedores de grandes armas, con el 77 por ciento del volumen de las exportaciones, junto a Francia, China y Alemania, acorde al informe 2022 del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), Suiza.

Del total de ojivas nucleares existentes, el 74 por ciento (9 mil 440) se encuentran en arsenales militares para su posible uso y 29 por ciento (3 mil 732) están desplegadas con fuerzas operativas, conforme a los datos del SIPRI.

Las cifras son aproximativas partiendo del hecho de que la información recabada por la institución sueca proviene de los datos que acceden a ventilar las propias potencias nucleares, entre las que se encuentran también China (350 ojivas), Francia (290), Reino Unido (225), Pakistán (165), India (160), Israel (90) y Corea del Norte (20).

El informe “Yearbook 2022. Armamento, Desarme y Seguridad Internacional”, asienta que si bien pareciera existir una tendencia a la reducción del número de ojivas en el mundo, ello se debe “sobre todo al desmantelamiento ruso y estadounidense de las ojivas retiradas” u obsoletas.

Por el contrario, informa el SIPRI, “tanto Rusia como Estados Unidos tienen en marcha extensos y costosos programas para sustituir y modernizar sus ojivas nucleares y sistemas vectores aéreos y balísticos, así como las instalaciones de producción de armas nucleares”. La misma tendencia de modernización y expansión existe en el resto de los países armamentistas.

Ensayo nuclear realizado por Estados Unidos en Enewetak, un atolón de las Islas Marshall, el 1 de noviembre de 1952 | Fotografía: Gobierno de Estados Unidos

Ensayos nucleares

El primer continente en alcanzar un acuerdo contra el uso de armas nucleares fue América Latina con la firma del Tratado de Tlatelolco, que se alcanzó tras largas negociaciones por parte de Alfonso García Robles con representantes de 32 naciones; luego vendrían otros cinco tratados similares, que involucraron un total de 116 países.

Tratados o acuerdos a los que no parecen obligados los principales poseedores de estas armas de destrucción masiva, teniendo a la cabeza a Estados Unidos que ha efectuado mil 32 ensayos nucleares en 47 años, además de haber lanzado las bombas “Little Boy” y “Fat Man” aniquilando a más de 400 mil personas en Hiroshima y Nagasaki.

Hasta donde se sabe, entre 1945 y 2017, se han realizado 2 mil 58 ensayos nucleares tanto atmosféricos como submarinos, que no son menos letales para las poblaciones y ecosistemas donde se realizan, de los cuales el 50 por ciento fueron efectuados por Estados Unidos y el 34 por ciento por Rusia.

La lluvia y el vapor radioactivos también han sido desplegados en los ensayos nucleares de Francia (210 ensayos), Reino Unido (45), China (45), Corea del Norte (6), India (3) y Pakistán (2), según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En 1996 se firmó un Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TPCEN) que no tiene efecto en la actualidad, ya que no han ratificado su adhesión 8 de los 44 países involucrados al inicio del acuerdo: Estados Unidos, China, Corea del Norte, India, Pakistán, Irán, Israel y Egipto.

Qué no se olvide el motivo: diplomático pro desarme

El trabajo de Alfonso García Robles al frente de la Comisión preparatoria para la desnuclearización de América Latina (1964-67), de la delegación mexicana para el desarme en la Asamble General de las Naciones Unidas (1978) y sobretodo como representante permanente de México en la Conferencia para el desarme de Ginebra (desde 1977), le valieron la entrega del Premio Nobel de la Paz (1982), compartido ese año con la diplomática sueca A. Myrdal por los mismos empeños en pro del desarme.

Su intervención fue decisiva en la elaboración e implementación del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, conocido como el Tratado Tlatelolco (1967), que fuera propuesto por Adolfo López Mateos, presidente de México en ese momento.

Con el Tratado firmado por 32 países, América Latina remarcaba su postura como zona libre de armas nucleares y quedaba al margen de cualquier confrontación entre grandes potencias rivales.

La habilidad diplomática de García Robles no solo se reflejo en el Tratado de Tlatelolco, ya que su labor en el seno de las Naciones Unidas impulsó la adopción de ese modelo en otras regiones del mundo, que también establecieron sus propias zonas libres de armas nucleares con los tratados de Rarotonga, Bangkok, Pelindaba, Asia Central y Mongolia, los cuales involucran a 116 países.

Para vigilar el cumplimiento del Tratado, se fundó el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina (Opanal) -con sede en México-, con la colaboración del Sistema de Salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).


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