El constante discurso de odio desde el gobierno municipal alcanzó a Enfoque de Michoacán, cancelando 14 años de trayectoria
Dalia Villegas Moreno
Durante más de 14 años, Enfoque de Michoacán fue una fuente de información independiente en Uruapan. Nació como una revista deportiva, evolucionó a una publicación de corte político y social para terminar convirtiéndose en un diario impreso de circulación diaria.
Sin embargo, tras un clima de amenazas, hostigamiento y persecución contra su fundador, el periodista Armando Rodríguez Sánchez, el medio dejó de existir.
“Recibí mensajes de advertencia, ataques en redes y una llamada en la que me dijeron ‘o te abres o te va a cargar la chingada’”, relató el periodista, quien decidió abandonar la ciudad junto con su familia. La decisión no fue fácil, pero la creciente inseguridad lo llevó a optar por el exilio.
“Yo tenía mi taller establecido ahí por Francisco Villa, casi por el Seguro Social. Empecé a sentirme incómodo, ver fulanos que empezaban a pasar y se quedaban viendo hacia el negocio”, explicó.
En entrevista con Regla de Tres, Armando narró cómo las amenazas en su contra comenzaron a aumentar luego de que publicara información sobre el funcionamiento del gobierno municipal encabezado por Carlos Manzo, exdiputado federal, tránsfuga de Morena devenido a independiente.
«Publicamos los salarios que tenía él y todos los regidores. Entonces me hablaron y me dijeron ‘sabes qué, que ni te aparezcas en el ayuntamiento’”, recordó.
El periodista afirmó que, durante su trayectoria, siempre trabajó con independencia, y que financiaba su medio a través de la venta de publicidad comercial, sin depender de convenios gubernamentales.
“Nosotros no dependíamos de ningún convenio. En ocasiones nos llegaban a contratar, pero no era de que ‘si no hay convenio no se cubre o no sale en el medio'», explicó.
Aunque comentó que durante las campañas 2023-2024 hubo relación cordial con él cuando aún era candidato, el distanciamiento comenzó cuando, ya al frente del gobierno, Manzo adoptó una postura hostil contra los medios de comunicación críticos, a los que calificaba como «chayoteros».
“Para él (el presidente Carlos Manzo), un periodista es aquel que lo sigue y lo elogia, y quienes informamos con investigación y datos somos ‘prensa vendida y chayoteros. Él decide quién es periodista y quién no'», denunció Armando.
Pese a la presión, continuó con el ejercicio de su labor periodística hasta que las amenazas escalaron. “Iniciando noviembre yo ya me empecé a sentir muy preocupado, el día 10 más o menos de noviembre recibí una llamada en la que me dijeron ‘o te abres de Uruapan o te va a cargar la chingada’ y colgaron”, recordó.
Otras amenazas llegaron a través de redes sociales con advertencias como:
«Mejor cuídate armando Rodrigues con tus pendejadad que publicas tas advertido cabron periodista chafa y vendido”. «Ya se te avirtieron muchas veces armando Rodrigues pinche periodista challotero o te avres de Uruapan o te va llevar la chingada esta es la última advertencia que te mandamos y si te volvemos a ver atacando al presidente Carlos en sus conferencia o será la última que visitas perro vendido y ardido» (sic).
Ante la gravedad de la situación, Armando presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), pero la respuesta de las autoridades fue decepcionante.
“Me dijeron que si el caso era ‘interesante’ lo atraía la Fiscalía de la Ciudad de México, pues ahora sí que ya ellos llevarían la investigación, pero en caso de que no, pues aquí se queda en Uruapan nada más y ya. Me dijeron ‘no te puedo brindar protección personal porque lo único que puedo hacer es enviar una patrulla de vez en cuando a que pase por tu casa o que pase por tu negocio’”, narró.
Para él, esa respuesta dejó claro que estaba solo. “Es como si no hicieran nada, porque prácticamente la policía ‘de vez en cuando’ pasa por las casas”, criticó.
Consciente del peligro inminente, tomó la decisión de marcharse de Uruapan. “Yo platiqué con mi esposa y le dije ‘¿sabes qué? No tiene caso estar aquí, la verdad, vámonos’ y nos desafanamos de Uruapan así de un día para otro prácticamente”, relató.
Para ello, tuvo que deshacerse de su equipo de trabajo y su patrimonio. “Las maquinarias que yo tenía, pues las regalé prácticamente, se las vendí muy baratas a un amigo, así de ‘ya llévatelas’. Y las demás cosas que tenía, pues igual también las regalé, algunas otras las vendí y pues ahora sí que completé poquito y con eso nos venimos”, explicó.
Su salida significó el fin de Enfoque de Michoacán, un medio que durante años brindó información a la población. “Lo que se pierde del periodismo es la verdad que el pueblo necesita saber, conocer el actuar de los servidores públicos, estar al tanto de esa realidad en la que vivimos, para tomar decisiones informadas”, señaló.
Para Armando, la situación del periodismo en México es cada vez más crítica. “Cada vez se está perdiendo más debido a este tipo de situaciones que se viven, porque la inseguridad que un periodista puede percibir es muy grande, porque no sólo pierdes tu trabajo, pierdes tu vida, pierdes tu familia, pierdes tu empresa”, lamentó.

Periodismo en riesgo en Michoacán
El exilio de Armando no es un caso aislado. En octubre de 2024, el periodista Mauricio Cruz Solís fue asesinado en Uruapan tras haber realizado una entrevista en el centro de la ciudad al presidente municipal Carlos Manzo.
Su homicidio conmocionó a la comunidad periodística y reforzó el temor entre los comunicadores locales, quienes han denunciado un clima de hostilidad creciente.
Más recientemente, el pasado lunes 3 de marzo, la periodista Lucero Díaz Estrada denunció amenazas y señaló directamente al presidente municipal de Uruapan de cualquier daño que pudiera sufrir ella o su familia.
Esa misma noche, Manzo realizó una rueda de prensa transmitida en vivo, donde dedicó más de una hora a descalificar a los trabajadores de la comunicación, llamándolos “chayoteros” y minimizando las acusaciones en su contra.
Durante la transmisión, algunos de sus seguidores publicaron comentarios contra periodistas e incluso, desde la cuenta “Gutiérrez Juanito”, un usuario intervenía con diversos comentarios para aplaudir el gobierno de Manzo y en un momento determinado se ofreció a asesinar periodistas.
El discurso de odio del alcalde provocó la reacción del gremio periodístico y organismos defensores de derechos humanos.
El colectivo NiUnoMás, la Asociación Michoacana de Periodistas (Amipac) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos condenaron las declaraciones de Manzo, exigieron un cese inmediato de los ataques y demandaron a las autoridades estatales y federales garantizar condiciones seguras para el ejercicio periodístico.
Michoacán es una de las entidades más peligrosas para el periodismo en México. De acuerdo con organizaciones de libertad de expresión, en los últimos años el estado ha registrado agresiones sistemáticas contra la prensa, incluyendo amenazas, desplazamientos forzados y asesinatos.
A nivel nacional, México sigue siendo uno de los países más letales para periodistas, con más de 150 homicidios registrados en las últimas dos décadas.
El cierre de Enfoque de Michoacán es un reflejo de esta crisis. La desaparición de medios de comunicación, como este caso en Uruapan, deja a la población con menos acceso a información crítica y debilita la rendición de cuentas a que está obligado el poder público.
