El Consejo Supremo Indígena de Michoacán exige a las y el candidato a la presidencia de la República propuestas y compromisos para el rescate de lagos y restauración de bosques
Redacción
Frente al colapso que registran los lagos en Michoacán, a nueve días de la jornada electoral, el Consejo Supremo Indígena de Michoacán, a través de un comunicado, exige a las y el candidato a la presidencia asumir compromisos específicos y exponer sus propuestas en torno al rescate de lagos y la restauración de bosques en la entidad.
A la par de diversos actores sociales, el Consejo Supremo ha venido denunciando la crisis por la que atraviesa el lago de Pátzcuaro y el de Zirahuén, la omisión de las autoridades para una atención de fondo al problema y la exclusión de las comunidades indígenas en las reuniones convocadas por el gobierno del estado para abordar el tema.
En el comunicado hecho público el 24 de mayo, el Consejo expone que a nivel mundial, los pueblos originarios constituyen el seis por ciento de la población; sin embargo, salvaguardan el 80 por ciento de la biodiversidad global conforme a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
En el caso de México, se explica que la población indígena representa el 19.4 por ciento del total del país, e históricamente han defendido sus respectivos territorios, la madre tierra, los bosques y los ecosistemas, toda vez que forman parte de su identidad y cosmovisión.
“En Michoacán, los pueblos originarios nos encontramos estrechamente ligados a nuestro entorno natural, baste recordar que desde tiempos prehispánicos, nuestro estado era reconocido por sus magníficos lagos y ríos, en este sentido, para los pueblos p’urhépecha, nahua, hñahñú u otomí, jñatjo o mazahua y matlatzinca o pirinda presentes en la entidad desde tiempos inmemoriales, los lagos y los bosques son elementos articuladores de nuestra cultura, son fundamentos físicos que componen nuestros territorios y una evocación identitaria tangible.
“En particular, para el pueblo p’urhépecha, los documentos históricos y nuestra historia oral, establecen que, a lo largo de la historia, en el Lago de Cuitzeo, en el Lago de Pátzcuaro y en el Lago de Zirahuén, así como en los bosques, nuestros pueblos han obtenido fuentes de alimentos, vida y trabajo, son entidades fundacionales de nuestra cultura”.
Así, el Consejo refiere que hoy, el calentamiento global, la deforestación irracional, la contaminación, la siembra incontrolada de monocultivos (aguacate, berries y papa), el robo de agua, el cambio de uso de suelo y la corrupción sistémica, están acabando con lagos y bosques.
En el caso del Lago de Cuitzeo subraya que se encuentra agonizando, “el 80 por ciento del lago ha desaparecido y los habitantes de esas áreas padecen múltiples enfermedades. El Lago de Pátzcuaro muere, el 50 por ciento de su cuerpo se ha secado y los incendios forestales acaban con los pocos bosques que sobreviven, y el Lago de Zirahuén se encuentra herido, diariamente se saquea y roba su agua para monocultivos ilegales y se contamina el lago con agroquímicos, pesticidas y aguas negras”.
Subraya que decenas de comités de defensores del medio ambiente se han creado, cientos de estudios costosos se han realizado y miles de millones de pesos se han destinado para “salvar” los lagos, pero no han tenido resultados, por el contrario, los efectos saltan a la vista, la muerte de los lagos avanza vertiginosamente.
El Consejo remata con un cuestionamiento para quienes compiten por la presidencia de la República: “¿Cuáles son sus propuestas y compromisos para el rescate de los lagos y la restauración de los bosques en Michoacán?”.
Imagen portada: Sequía en el Lago de Pátzcuaro | Fotografía: Consejo Supremo Indígena