“En el presente Vivero de Ideas, se hará un breve repaso por algunas de las personalidades que ocuparán un lugar en la Cámara Alta…”
Francisco Viveros Dávalos
Vivero de Ideas
Gran revuelo ha causado la intención de Morena y compañía de obtener más posiciones en el Poder Legislativo de las que le corresponden según el número de votos que han recibido; y es que para nadie es un secreto que, a la vieja usanza priísta, el oficialismo ha buscado llevarse la mayor cantidad de posiciones posibles tras los recientes comicios electorales, valiéndose de cualquier artimaña posible para lograrlo.
En el presente Vivero de Ideas, se hará un breve repaso por algunas de las personalidades que ocuparán un lugar en la Cámara Alta, no solo de la coalición ganadora, sino también de las fuerzas de oposición.
En este muro de la vergüenza, honrosas excepciones representan el ex canciller Marcelo Ebrard, el ex gobernador de Chihuahua Javier Corral y el senador electo Gerardo Fernández Noroña, quienes cuentan con gran experiencia y gozan de una congruencia como muy pocos políticos en este país.
Sin embargo, la ocupación de dos cargos al mismo tiempo por parte del futuro secretario de Economía, así como también acontecerá con la virtual secretaria de las Mujeres, Citlali Hernández, habla de pocos espacios que bien pudieran ser aprovechados por otros cuadros con los que cuenta el partido en cuestión.
Por otro lado, resulta muy desafortunado el regreso de Adán Augusto López, quien se dedicó a extorsionar y chantajear a legisladores para aprobar los caprichos de López Obrador. Es igual de lamentable ver un perfil como el del ex gobernador de Chiapas Manuel Velasco, quien dejó severamente endeudado y aumentó la pobreza en su entidad federativa.
La también senadora suplente electa, Maki Ortiz, llama la atención por haber sido un gran activo de Acción Nacional en Tamaulipas apenas en el sexenio anterior. Seguramente al no haber conseguido hueso, saltó al partido del tucán para engrosar las filas del oportunismo dentro de la Cuarta Transformación. Algo similar sucede con el ex gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quien en enero del año en curso abandonó al decadente Partido Revolucionario Institucional, para desembarcar en el oficialismo.
Dicho sea de paso, en el bloque opositor tampoco se salvan de negritos en el arroz: los dirigentes de los Partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, Marko Cortés y Alejando Alito Moreno, concretaron al fin su voto útil: nada más y nada menos que el primer lugar en las listas al Senado. Por cierto, Xóchitl Gálvez, quien les consiguió los votos para semejante hazaña y tuvo que cargar con la derrota del cadáver exquisito titulado “Alianza PRI-PAN-PRD”, quedó fuera.
En Movimiento Ciudadano, por último, se quisieron ver muy ambientalistas y apostaron por el reciclaje político, al resucitar a Alejandra Barrales y reelegir a Clemente Castañeda, acaso como pago al Grupo Jalisco tras el desencuentro entre Enrique Alfaro y sus compañeros de partido. No obstante, llena de satisfacción saber que la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García, también llegará al Senado, y que la ex diputada federal Julieta Macías también se encuentre en listas, aunque sea como suplente.
En síntesis, es una pena que las posiciones plurinominales en el Congreso de la Unión, se han vuelto la caja grande de las cúpulas de los partidos políticos de México, están lejos de representar la voluntad popular, refuerzan el sistema de corrupción que impera en la política y nos cuesta al erario público a quienes trabajamos de manera honrada.
Es imperativo como sociedad que busquemos nuevas formas de representación popular y la creación de institutos políticos alejados de los viejos liderazgos de siempre.