Regla de Tres

Para Michoacán, ficción presupuestal

En Michoacán el gobernador Alfredo Ramírez promociona un presupuesto de ficción, deficitario en los hechos, que apuesta a las obras sexenales vía deuda disfrazada y renuncia a apuntalar sectores estratégicos como lo es el campo

Un presupuesto sustentado en la ficción fue el entregado el martes 21 al Legislativo michoacano por el Ejecutivo. La premisa del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla es que se trata de una propuesta sin déficit, sin deuda, sin nuevos impuestos, realista, austero y efectivo.

Pero la revisión de los contenidos del proyecto generan más dudas que certezas, en donde una cosa es clara: la apuesta a las obras sexenales bedollistas financiadas con deuda simulada y la renuncia a apuntalar sectores estratégicos para el estado como lo es el agropecuario.

Incluso sectores que han sido usados como bandera política de la actual administración se verán castigados: tal es el caso de los pueblos indígenas, en donde a la Comisión encargada de atenderlos se le aplica un recorte presupuestal. Además Alfredo Ramírez mantiene su apuesta de castigo al Instituto Electoral de Michoacán (IEM) que para el 2024 debe organizar las elecciones para alcaldías y diputaciones locales, y al cual, pretende recortar el presupuesto que proyectó, lo que hará que se destinen más recursos a las prerrogativas de los partidos que a la organización del proceso comicial.

¿Sin déficit?

El gobernador del estado y su secretario de Finanzas, Luis Navarro García, sostienen que el presupuesto por 95 mil 471 millones 978 mil 325 pesos para el 2024 no es deficitario, aunque los datos y sus propios dichos los contradicen.

La información expuesta por el Ejecutivo en su presentación de powerpoint –en conferencia de prensa del 21 de noviembre- sobre el presupuesto 2024, consigna que éste en pesos crece un 4.72 por ciento respecto a lo aprobado en 2023, sin embargo, es menor a la inflación promedio registrada por 5.7 por ciento, lo que representa un decremento de 892 millones de pesos.

Cada año el gasto estatal es mayor que lo que se presupuesta debido a que se tiende a estimar menos recursos de los que obligadamente se requieren. En la conformación de los presupuestos la premisa es cuadrar el total de los egresos con los ingresos estimados para el mismo ejercicio fiscal, pero en los hechos nunca cuadran.

En promedio el gasto anual de 2000 a 2022 en Michoacán es superior en un 12.8 por ciento a lo presupuestado por las diferentes administraciones estatales. Los compromisos en el sector educativo es una de las principales razones.

Elaboración propia con el cruce de datos de los decretos de presupuesto anuales publicados en el Periódico Oficial del Estado y las cuentas públicas estatales anuales

Debido a que la Ley de Disciplina Financiera establece que sólo se puede prever déficit en el presupuesto por condiciones excepcionales, año con año se anuncia que el de Michoacán es con cero déficit, aunque la realidad sea distinta.

La tendencia ha permanecido salvo para los ejercicios de 2020 y 2021, cuando la administración silvanista anunció presupuestos deficitarios debido a la insuficiencia de recursos para educación, en un contexto de jaloneo con el gobierno federal por la malograda federalización de la nómina educativa.

Tras entregar la propuesta de paquete económico al Congreso del Estado, el pasado 21 de noviembre en rueda de prensa el secretario de Fianzas, Luis Navarro García, acabó por reconocer -al hablar de los recursos previstos para el IEM- que el de 2024 será un presupuesto deficitario.

“La verdad nosotros qué más quisiéramos poderles brindar el presupuesto que todos quisiéramos para cada una de nuestras dependencias, pero el presupuesto como ustedes lo vieron y como lo hemos venido platicando, viene con un crecimiento muy menor y que quitando la inflación, prácticamente traemos un déficit sobre 600 millones de pesos”.

En el desliz de Navarro, que derivó en un involuntario reconocimiento de déficit para el 2024, el monto referido es menor a lo que la realidad y los números permiten avizorar.

La rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Yarabi Ávila, calificó de insuficientes los tres mil 714.9 millones que se incluyeron en la propuesta presupuestal, y dijo que se mantendrá el déficit histórico de la Máxima Casa de Estudios, la cual, había previsto recursos por cinco mil 253 millones de pesos para 2024.

Tan sólo la UMSNH contribuye con 1.6 mil millones de pesos al déficit presupuestal para el próximo año.

Yarabi Ávila, prevalencia de presupuesto deficitario para la UMSNH

También está el caso de la Secretaría de Educación que, generalmente, precisa más de tres mil millones de pesos adicionales a lo que se establece en el presupuesto.

En 2022 a la SEE se le presupuestaron 26.7 mil millones de pesos, y al final se gastaron 3.3 mil millones más: ejerció 30.09 mil millones de pesos.

Para 2023, también se aseguró que no habría un presupuesto deficitario, pero los datos contenidos en los informes trimestrales financieros del propio Gobierno del Estado, dicen otra cosa.

A la Secretaría de Educación se le presupuestaron 28.07 mil millones de pesos, y para septiembre pasado, ya se le habían inyectado más recursos, por lo que su gasto ascendía a 30.4 mil millones de pesos.

¿Ahorro?

Las autoridades sostienen que los ahorros generados por su manejo financiero permitirán destinar mayores recursos a la inversión pública. En el paquete de “ahorros” incluyen los pagos a la deuda pública estatal.

Luis Navarro asegura que tras la reestructuración de la deuda pública de largo plazo, en lugar de los 4.06 mil millones de pesos que se destinaron en 2023 para el pago de servicio de deuda, en 2024 se destinarán 3.6 mil millones, lo que representará un ahorro de 383.3 millones de pesos.

Sin embargo, en los hechos el pago del servicio a la deuda no varía en relación a lo que se venía pagando anteriormente, salvo en lo destinado durante el 2023. Incluso en los años anteriores se destinaban menos recursos que los previstos para el próximo año.

En 2019 se destinaron 3.03 mil millones para este rubro; en 2020, fueron tres mil millones; en 2021, 2.6 mil millones; y en 2022, 2.7 mil millones.

El bedollismo, seguirá pagando más por el servicio de la deuda que las pasadas administraciones.

¿Sin deuda?

Para emular en lo local a Andrés Manuel López Obrador con obras faraónicas sexenales, Alfredo Ramírez Bedolla puso en marcha en 2022 su proyecto de obras multianuales.

Usando herramientas legales para que la deuda contratada no fuera nombrada como tal, el bedollismo con el aval del Congreso del Estado comprometió en diciembre de 2022 recursos estatales hasta por nueve mil millones de pesos a pagarse durante este sexenio con la figura de obras multianuales.

Conforme a las explicaciones dadas por Luis Miranda a los diputados en noviembre de 2022, las obras multianuales operan en una lógica de financiamiento triangulado, en donde a través de un tercero –las constructoras- se solicita a los bancos el dinero –deuda- para la realización de las obras, y el Gobierno Estatal a su vez, compromete recursos presupuestales para pagar a los particulares su deuda y su ganancia por el trato.

El compromiso fue realizar y concluir en un año y medio las obras multianuales, al menos así lo dijeron los secretarios de Finanzas, Obras y Desarrollo Urbano, Luis Navarro, José Zavala y Gladyz Butanda respectivamente, durante las reuniones que sostuvieron en diciembre de 2022 con diputados previo a la aprobación del presupuesto de 2023.

Las obra multianuales comprendían la construcción del metrobús en Morelia, del distribuidor en el mercado de abastos de Morelia, del boulevard Jiquilpan-Sahuayo, del mercado público de Pátzcuaro, del teleférico para Uruapan, del segundo circuito del periférico de Morelia, de la rehabilitación de la red carretera estatal, de la recuperación del Río Duero, de la línea de conducción hidroagrícola distrito Morelia-Queréndaro y de la brecha central en Tierra Caliente.

De todas ellas sólo la mitad están en proceso o en trámites para realizarse, algunas a medias como el segundo circuito del periférico de Morelia.

Y los recursos ya resultaron insuficientes.

Dentro de su iniciativa de presupuesto para el 2024, Ramírez Bedolla busca que el Congreso le autorice dos mil 500 millones adicionales a los nueve mil millones originalmente proyectados.

De esta manera serán 11.5 mil millones de pesos comprometidos del erario público a través de los financiamientos triangulados de las obras multianuales, es decir, de deuda en los hechos tan sólo en dos años del bedollismo.

Los compromisos financieros generados en la materia, se ven reflejados en el incremento presupuestal del 995.12 por ciento en 2024 para la Secretaría de Desarrollo Urbano y Movilidad, y del 63.8 por ciento para la de Comunicaciones y Obras Públicas, que es de donde se estará pagando a las constructoras.

Luis Navarro, explicaciones al Legislativo

Castigados

Los millonarios recursos destinados a las obras multianuales del Ejecutivo, implican castigo para otros sectores estratégicos del estado como lo es el agropecuario.

La apuesta para que los grandes productores de cultivos exitosos desplieguen sus capacidades por sí solos, conlleva la renuncia para estimular el desarrollo y viabilidad de los productores pequeños.

El Ejecutivo ha decidido recortar para 2024 en un 12.42 por ciento los recursos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, al pasar de 743.3 millones a 652.7 millones.

El Centro Estatal de Fomento Ganadero, continuará con la tendencia a la baja en su presupuesto, con una disminución del 15.99 por ciento. En 2019 tenía recursos por 89.1 millones; para 2020 bajó a 57.1 millones; en 2021 continúo disminuyendo al asignársele 43.7 millones; en 2022 la tendencia permaneció con 30.7 millones; para 2023 el declive seguiría con 30.5 millones; y para el 2024, ya sólo se le desinarán 25.6 millones.

El Sistema Integral de Financiamiento para el Desarrollo de Michoacán, también sufrirá recortes, será un 17.85 por ciento menos para 2024 que en 2023; a la Secretaría del Bienestar le bajarán el 6.41 por ciento de sus recursos, y a la Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas un 0.25 por ciento.

Otro castigado es el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado, que tras lograr que en 2023 se le asignara un poco más de presupuesto -para quedar en 13.8 millones-, para el próximo año sufrirá un recorte del 12.47 por ciento.


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