Regla de Tres

Migrantes de la diversidad en riesgo


México carece de políticas públicas para atender a las personas LGBTIQ+ que son afectadas por las medidas instrumentadas por Donald Trump, advierte activista

La agenda contra la diversidad de género anunciada en su primer día de funciones por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la par de sus medidas antinmigrantes, enciende las alertas en la comunidad LGBTIQ+ por la condiciones de riesgo, vulnerabilidad y violencia que se prevé habrán de ahondarse.

Raúl Martínez Rojas, quien forma parte de la Red Nacional de Apoyo a Personas Migrantes y Refugiadas LGBT México, reconoce la gravedad de la situación en nuestro país carente de política pública focalizada a la atención de las personas migrantes de la diversidad.

El lunes por la mañana, mientras Trump rendía protesta para su segundo mandato, la plataforma CBP One para solicitar asilo político en Estados Unidos quedó cancelada y también con ello tres mil citas ya programadas. Entre las personas afectadas, están dos michoacanas trans, quienes huían de violencia transfóbica sufrida en la región de Cuitzeo.

Tras juramentar en el cargo, Donald Trump anunció en su discurso que su administración sólo reconocerá legalmente dos géneros: masculino y femenino. Datos del centro USAHello consignan que en Estados Unidos viven 1.3 millones personas inmigrantes adultas LGBTIQ+.

En México, más allá de los datos recabados por las organizaciones de la sociedad civil, se carece de estadísticas oficiales y datos puntuales sobre las personas migrantes de la diversidad, lo que conlleva una ausencia de política pública de Estado para su atención. Así lo observa Raúl Martínez, quien también coordina los trabajos del colectivo Michoacán es Diversidad.

La agrupación cuenta con un registro de 23 michoacanas migrantes trans a las que ha brindado información, asesoría o vinculación a organizaciones en Estados Unidos para solicitar el asilo. De ese universo, cuatro estaban a la espera de su cita y dos de ellas eran quienes huían por violencia transfóbica.

“Justo hemos iniciado a mapearles para saber quiénes –de las 23- consiguieron el asilo y ver las condiciones jurídicas en que se encuentran, acercarlas a los consulados, etcétera. Estamos en ese proceso”.

Amnistía Internacional, en su informe “Sin lugar que me proteja”, emitido en 2017 sobre la migración LGBTIQ+, consigna que la mayoría de las personas entrevistadas para su elaboración dijeron que sufrieron más discriminación y violencia, incluso a manos de funcionarios públicos en México, país donde se reportan altos niveles de violencia contra este sector de la población en general. Muchos también dijeron que no se sentían seguros en el país, ya que muchas de las bandas criminales que los amenazaban en su nación de origen operan al otro lado de la frontera sur de México.

“Hace unos años, 2020 si no me equivoco, generamos la Red de Apoyo a Personas Migrantes y Refugiadas LGBT en México que se integra por lo menos de 20 organizaciones a lo largo de la República Mexicana en las rutas migratorias. Hemos sistematizado y acompañado casos de personas que están en constante movilidad por temas de violencia, pero el Estado Mexicano sigue sin reconocer la ayuda, la colaboración de sociedad civil”, apunta Raúl Martínez.

Señala que las personas migran no sólo por temas económicos y que las autoridades se centran en el dinero por el impacto en las remesas, olvidando que las problemáticas de origen son diversas como es diversa la migración. “La respuesta no puede ser dos mil pesos, la respuesta de un Estado tiene que ser seria, tiene que ser contundente, la gente no está emigrando por gusto o por placer, huye por violencia, huye porque está en riesgo su vida, y es donde tendría que estar trabajando el Gobierno de México, pero no hemos escuchado nada al respecto”.

Sobre el caso Michoacán y el accionar gubernamental, explica que en tiempos de Brenda Fraga Gutiérrez –primera titular de la Secretaría del Migrante de la administración de Alfredo Ramírez Bedolla- nunca se quiso integrar los temas de diversidad sexual, “luego siguió Teresa Mora Covarrubias que tampoco lo hizo, y ahora la nueva titular, es decir, hay como un desdén a atender temas de diversidad sexual en asuntos de movilidad, porque luego entendemos que solo están los temas de migración a otros países y se nos olvida que hay gente refugiada y desplazada en México.

“No hay visión sobre las personas trans que salieron del lugar de donde nacieron porque no se les reconoció su orientación sexual, luego tuvieron que huir porque no se les reconoce la identidad de género, luego parece que creemos que con un cambio en el acta de nacimiento las condiciones de las personas cambian, cuando es solo el primer paso para la garantía de derechos”.

Para Raúl es risorio que la respuesta institucional sea poner a disposición camiones en puntos de la frontera para trasladar a las personas que sean deportadas a sus lugares de origen, lo que además consideró irresponsable porque implica retornar a esos lugares a quienes huyeron por violencia.

La dificultad de la Red como parte de la sociedad civil para generar datos sobre el número de personas migrantes de la diversidad que transitan por México es una de las dificultades que se enfrentan en las organizaciones a decir de Raúl: “cuando ingresan en la frontera por Chiapas, en Tapachula donde hay violaciones a derechos por el Instituto Nacional de Migración, quienes logran pasar luego se van por vías que pueden ser la de Tenosique en Tabasco, o bien Oaxaca, incluso Guerrero para intentar llegar a Estados Unidos, muchas se van quedando en el país.

Raúl Martínez Rojas, integrante de la Red Nacional de Apoyo a Personas Migrantes y Refugiadas LGBT México | Fotografía: Facebook Raúl Martínez

“Luego encontramos a otra población migrante que arriba por la zona de Quintana Roo, que pareciera que son los menos, pero es población que económicamente ha logrado juntar algo de dinero para moverse en esta otra zona de México, pero que luego se dificulta cuando llegan a la frontera norte. No tenemos una base de datos sólida que nos permita decir, bueno estos cien que ingresaron en la frontera sur son los cien que llegaron a la norte”.

En Tapachula tienen el reporte de hasta 300 personas de la diversidad sexual que ingresaron a México, pero que en la frontera norte por cuestiones de seguridad, niegan su orientación e identidad sexual.

“Hay casos de mujeres lesbianas que dicen: nosotros tenemos que pasar desapercibidas porque si decimos, somos objeto de abuso sexual. Hay personas, sobre todo trans, que recurren al trabajo sexual por sobrevivencia, dicen: es la única manera que tengo de que la caravana me acepte. Si yo les digo algo, entonces voy a ser víctima de abuso sexual, yo prefiero cobrarles a cambio del plato de comida que me puedan otorgar durante la caravana o que para que me cuiden.

“Pasó el año pasado que en uno de los trayectos se dieron cuenta de dos mujeres trans y las corrieron de la caravana, las dejaron abandonadas a medio camino en una zona hacia Tamaulipas, salieron ellas de Tenosique y cuando se percataron que eran personas trans, por la transfobia las corrieron diciendo que eran una amenaza para los niños que ahí iban, entonces ellas quedaron en una situación de desconcierto y vulnerabilidad, abandonadas, y hay que recordar lo que está haciendo el Instituto Nacional de Migración con las violaciones de derechos humanos y también está el crimen organizado que está haciendo su chamba reclutando personas, pero eso el Estado Mexicano se niega a reconocerlo”.

La violencia contra las personas migrantes de la diversidad, en particular contra las mujeres trans, las hace arribar a diferentes puntos de la República en donde optan por ocultar su identidad.

“Cuando llegan con nosotros a Michoacán y a los otros estados, les da miedo decir que son personas de la diversidad sexual porque suponen que van a vivir un estigma. Hay personas con VIH que para no abandonar su tratamiento, seguir indetectables y no padecer la enfermedad, nos han confiado su identidad pero nos refieren que es difícil revelar en caravana estos temas”.

A juicio de Raúl, es necesaria una respuesta integral del Estado Mexicano frente a esta problemática, pues consideró que la Ciudad de México que “es una ciudad santuario para la diversidad, va a colapsar porque claramente no tiene la manera de atender a toda esta población migrante que hoy también requiere los servicios mínimos.

“No estamos preparados, por lo menos en Michoacán yo no veo una respuesta para atender estos casos de emergencia, la visión es en términos de que se trata de personas migrantes trabajadoras, pero no que pueden ser personas adultas mayores que vienen con enfermedades y padecimientos, no piensan en la mujer trans que está tomando una terapia de reemplazo hormonal y que va a ser suspendida o no se piensa en las personas que viven con VIH. Si hoy están saturados los servicios de salud por temas de VIH ¿qué va a pasar con la población migrante que también va a ocupar atención médica?”.

El activista hace un exhorto a las autoridades para trazar rutas integrales de atención a la problemática: “revisar todos los posibles motivos, razones y condiciones en las que población migrante va a ser aventada a México. No pensemos solo en los mexicanos, sino en los venezolanos, colombianos, haitianos, porque a Trump le va a ser más fácil aventarlos a México y que nuestro país los atienda cumpliendo con los tratados internacionales de derechos humanos”.

Raúl invita también a la ciudadanía a no tener miedo porque considera que éste paraliza, “más bien enfrentemos en comunidad esta crisis que viene, hay que ser solidarios y reconocer en el otro al hermano, al primo, al amigo que salió huyendo de su tierra y que hoy regresa con algo, con poco o con nada, porque lamentablemente también en México hay un discurso xenófobo que ¡Aguas! Ese no beneficia a nadie porque todos de alguna forma somos migrantes”.


Deja tu comentario