El lópezobradorismo ha venido a aportar mayor número de muertes al día de niños con cáncer que las que se registraban en el peñismo
Patricia Monreal
Para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, las niñas y niños con cáncer han resultado una piedra en el zapato por ser un problema replicado en diferentes estados de la República, que evidencia los hoyos negros en los servicios de salud y las deficiencias del accionar gubernamental para la atención y protección de la infancia.
Las manifestaciones de padres de familia por el desabasto de medicamentos para los tratamientos de los menores con cáncer, ha sido imagen frecuente en diferentes puntos del territorio nacional a lo largo del sexenio.
El lópezobradorismo ha venido a aportar mayor número de muertes al día de niños con cáncer que las que se registraban en el peñismo. Con la administración del tabasaqueño fallecen al día un promedio de 4.3 niñas y niños por cáncer; mientras que en el gobierno del mexiquense eran 3.9 por día.
Los medicamentos pediátrico-oncológicos en desabasto durante este sexenio incluyen el Metotrexato, Vincristina, mercaptopurina, L-Asparaginasa, Dexametasona, Citarabina, Etoposido, Ciclofosfamida, Ifosfamida y Doxorubicina.
En respuesta a las movilizaciones de protesta registradas en su gobierno, Andrés Manuel López Obrador en 2022, achacó la responsabilidad a las empresas abastecedoras de medicamentos a las que califica como un “cártel de las medicinas”, y consideró que ha sido la respuesta de las firmas a las regulaciones instrumentadas en su administración.
En enero pasado en el marco de los 80 años de la fundación del IMSS, el presidente aseguró que el problema de desabasto de medicamentos había sido superado, y que existen los fármacos suficientes para el 2023 y 2024.
Las movilizaciones por falta de medicamentos de padres de menores con cáncer no han parado. Todavía en agosto pasado una caravana conformada por representaciones de la Ciudad de México, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Monterrey, Tamaulipas y Tlaxcala, arribó a la capital del país para demandar tratamientos para sus hijos.
En Michoacán, la muerte toca la puerta
En materia estadística los datos más recientes del INEGI en torno a los decesos de menores con cáncer datan del 2021, año en el fallecieron en Michoacán 42 niñas y niños de cero a 14 años por esta causa.
En el caso de los niños, las muertes registradas fueron 23, mientras que de las niñas se registraron 19 casos.
La tendencia de decesos de menores es ligeramente menor a la registrada una década antes. En 2010 fueron 46 las niñas y niños que murieron por cáncer en el referido rango de edad, de los que 26 fueron hombres y 20 mujeres.
Morelia es el municipio que mayor número de muertes de menores registró en 2021 con un total de diez casos, le sigue Tacámbaro con tres, y con dos cada uno están Lázaro Cárdenas, Salvador Escalante y Zitácuaro.
Los municipios que registraron la muerte de un menor por cáncer fueron: Angamacutiro, Apatzingán, Charo, Cherán, Gabriel Zamora, Hidalgo, Indaparapeo, Jiquilpan, La Piedad, Juárez, Madero, Maravatío, Morelos, Nahuatzen, Ocampo, Pátzcuaro, Panindícuaro, Susupuato, Uruapan, Queréndaro, Vista Hermosa, Zamora, y Zinapécuaro.
Los tumores malignos del tejido linfático, de los órganos hematopoyéticos y de tejidos afines (sangre, médula ósea, bazo, timo, vasos y ganglios linfáticos) fueron los que cobraron mayor número de vidas de niñas y niños entre cero y 14 años, con 19 casos, de los que 12 fueron hombres y siete mujeres.
La segunda posición la ocuparon los tumores malignos del ojo, del encéfalo y de otras partes del sistema nervioso central con diez casos (cinco niñas y cinco niños); mientras que en el tercer lugar están los tumores de comportamiento incierto o desconocido con seis casos (tres hombres y tres mujeres).
A la lista le siguen los tumores malignos de los huesos y de los cartílagos articulares con tres casos en total (dos niñas y un niño).
Los tipos que registraron una sola defunción son los tumores malignos de los órganos digestivos, los tumores malignos de los órganos respiratorios e intratorácicos, los tumores malignos de los tejidos mesoteliales y de los tejidos blandos, y los tumores malignos de sitios mal definidos, secundarios y de sitios no especificados.