Regla de Tres

El espectáculo de Bedolla


Entre 200 y 300 pesos cobraron algunos asistentes al informe. Si a la mitad se le pagó, sería un gasto de cinco millones de pesos, nada más por asistencia para este circo de tres pistas

Un “acto histórico”, algo “sin precedente”, llamó el área de comunicación del Gobierno del Estado al espectáculo que se montó con motivo del Tercer Informe de Gobierno, rendido en una sesión solemne celebrada en el estadio Morelos este sábado 21 de septiembre.

Se trató en realidad de un mensaje político que tuvo varios significados. Por un lado, una función circense que con suerte lleve un eco a Palacio Nacional y su próxima ocupante, que fue mencionada durante el discurso del mandatario.

Por otro lado, la fractura al interior de Morena se volvió a evidenciar y las ausencias también constituyeron un mensaje. El grupo encabezado por Raúl Morón Orozco, Leonel Godoy y Fidel Calderón autodenominado Bloque en Defensa de los Principios y Valores de la 4T no sólo no atendió la invitación a este “acto republicano”, sino que organizó una actividad partidista más o menos a la misma hora.

En el caso del diputado local Juan Carlos Barragán, no se trató meramente de un desaire, sino del incumplimiento a sus labores, pues se trataba de una sesión convocada por el Congreso del Estado. Itzé Camacho, por otra parte, que también pertenece al bloque, optó por presentarse a la sesión.

Para este espectáculo se distribuyeron boletos de cartón como los que dan en el circo y algunos grupos de Facebook anunciaron por todo lo alto que sería un «evento gratuito», por si alguien se estuviera absteniendo de acudir por miedo a que saliera muy caro ir a ver esta puesta en escena.

Cerca de 700 mil pesos costó el montaje, de acuerdo con el propio Barragán, pero sólo lo que corresponde pagar al Congreso del Estado. Es decir, la instalación del escenario, el sonido, el traslado de trabajadores y el pago de horas extra.

En la oscuridad está lo que habrá erogado el Gobierno del Estado en publicidad, desde la impresión de lonas con errores de ortografía y los “obsequios” con la cara del gobernador para los asistentes, tales como cojines, playeras y sombrillas.

El articulo 9 de la Ley General de Comunicación Social establece que “no se podrán difundir Campañas de Comunicación Social, cuyos contenidos tengan por finalidad destacar, de manera personalizada, nombres, imágenes, voces o símbolos de cualquier servidor público” pero hay una excepción, cuando se rinde el informe de labores, aunque las playeras y demás souvenirs no hacían ninguna alusión a dicha actividad.

Más difícil de estimar es el costo del acarreo, es decir, la movilización de personas y el pago de “donativos” por acudir a “acompañar” a tan republicano, histórico y sin precedentes suceso, pues a pesar de todo, el estadio no se llenó y aunque las fotografías distribuidas por el área de comunicación gubernamental procuraron difuminar el fondo, se alcanzó a apreciar parte del vacío.

Algunos asistentes recibieron entre 200 y 300 pesos en retribución. Usuarios de WhatsApp reportaron que en ciertos grupos, como en uno de repartidores en moto, se hacía la invitación. Un mensaje de audio que se hizo llegar a la redacción de Regla de Tres dice lo siguiente:

“El sábado se va a dar un informe, el gobernador, para esto no sé si se quieran integrar a esta actividad. Es primero que nos pasen su nombre completo para el registro y les puedan dar el apoyo ya después, al término de la actividad. Para esto sí es necesario esta parte. El horario es como a las 9:30, se van a reunir en un punto específico. En ese mismo lugar, al término de la actividad, se van a volver a retirar ahí mismo y ahí les van a empezar a dar su apoyo con su nombre. Si te animas o tienes más gente que se anime, solamente necesitaría sus nombres completos y teléfono. Se les va a dar un donativo de 200 ó 250 aproximadamente”.

La oferta subiría horas más tarde a 300 pesos, ante la falta de entusiasmo.

Mientras tanto, en otros grupos, como el de vecinos de Villa Magna, el encargado del orden intentaba convencer a los vecinos con el argumento de que el gobierno estatal ha “ayudado” mucho, a diferencia del municipal. En este caso no hubo ofrecimiento de transporte, desayuno o “donativos”.

Fueron 40 mil asistentes, según la cifra oficial, lo que cabría preguntarse cuánto se gastó en movilización, pues se observaban decenas de autobuses en las inmediaciones del estadio. El tráfico estaba colapsado desde cerca de las 8:00 horas.

A los funcionarios de distintos niveles se les requirió que llevaran invitados, aunque a diferencia de la logística de la presentación del Plan Morelos, hace un año, esta vez no hubo un recurso destinado a movilización. Los gastos corrían a cargo de cada su funcionario y su nivel de compromiso con la 4T.

Podría hacerse un cálculo aventurado, si se asume que la mitad, por decir algo, de esas 40 mil personas, recibió un “donativo” por su asistencia. Siendo así, suponiendo que se les dio 250 pesos por cabeza, se tendría que se gastaron cinco millones de pesos nada más para asegurar la presencia de la mitad de los ciudadanos que acudieron.

El orden del día de la sesión solemne fue modificado para que, a diferencia de como se ha hecho siempre, la participación del gobernador se diera antes que las de los representantes de cada grupo parlamentario. Con ello, los asistentes comenzaron a salirse después de la intervención del mandatario. Al parecer los 300 pesos no cubrían escuchar discursos de la oposición.

De hecho, hubo chiflidos y abucheos para el coordinador parlamentario y dirigente del PRD, Octavio Ocampo, a pesar de que la segunda mitad de su discurso fue dedicada a ponerse al servicio de Morena y prometer que trabajarían a la par.

Era a la vez una sesión solemne y un acto informal, al menos en lo que se refiere a la etiqueta en el vestuario de los protagonistas. De camisa verde y sombrero apareció el gobernador del estado, libre de la formalidad que brinda el Palacio Legislativo, en donde por lo general se porta saco y corbata, a pesar de que el salón del pleno entero formaba parte de la escenografía, con todo y tribuna, curules y banderas de México.

Por su parte, los diputados, como cada vez que salen de su recinto a placearse, iban de blanco en su mayoría y tampoco usaron saco y corbata.

El teleférico fue el invitado de honor en el tercer informe, cuya -al parecer única- cabina ocupó la segunda pista. Fiel a la costumbre del presidente de la República, el gobernador presumió una obra que todavía no existe en Morelia, apenas un día antes del informe se anunció el ganador de la licitación, mientras que en Uruapan, las obras realizadas han generado el rechazo de la población.

En la tercera pista, grupos musicales amenizaban el sol insistente de la mañana y en la primera, el Congreso del Estado. Cabría preguntarse también cuánto se les pagó, a ellos y a los percusionistas que animaban el ambiente en las gradas y sobre todo, de dónde salió ese recurso.

La cuenta total ya va en casi seis millones de pesos, aunque la cifra real difícilmente se obtendrá, dado que parte de la estrategia “cuatroteísta” ha sido desaparecer o dejar sin capacidad operativa a los organismos de transparencia y rendición de cuentas.


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