Regla de Tres

El cementerio de Venecia

“…Giovanni Antonio Canal, mejor conocido como Canaletto, uno de los mejores pintores y paisajistas de la época, famoso por su precisión histórica y su belleza estética, es llamado al Palacio Ducal por Matteo Dandolo, el inquisidor rojo de la ciudad, para ser interrogado por su última pintura…”

Frecuentemente veo en los estantes de las librerías algunos títulos que hacen referencia a personajes históricos, pero sacados de contexto y colocados en el papel de superhéroes, cazadores de vampiros o zombis o, en el mejor de los casos, de detectives. Con algunas gratas excepciones, este tipo de libros me aburre. La mayoría se contradice completamente con la historia del personaje, su personalidad y su actividad real, y la parte fantástica resulta muy forzada.

Unir la novela negra, la ciencia o el arte y la historia resulta complejo, pero algunos escritores, por fortuna, se aventuran con buenos resultados. Algunas de estas excepciones ya las hemos reseñado aquí, como el libro de Newton y el falsificador de Thomas Levenson (Alba editorial, 2011) o la magnífica Materia oscura, de Phillip Kerr (Black Salamandra, 2018), también sobre Isaak Newton.

Mirando el estante de novedades, me llamó la atención un libro y un autor desconocidos para mí, y me aventuré. Quiero comentarles la experiencia. El título, El cementerio de Venecia (Ediciones B, 2024), de Matteo Strukul y la portada, que muestra a un personaje con una máscara típica de los carnavales de esa ciudad, así como la reseña de la contraportada me resultaron atractivos, así que lo compré. Después de todo, me gusta mucho el subgénero de novela negra histórica.

Resultó ser un thriller muy potente e interesante, enclavado en la Serenísima República de Venecia, ese estado independiente y poderoso de Italia que existió entre el siglo VII y el XVIII. La historia se sitúa en 1725, en donde Giovanni Antonio Canal, mejor conocido como Canaletto, uno de los mejores pintores y paisajistas de la época, famoso por su precisión histórica y su belleza estética, es llamado al Palacio Ducal por Matteo Dandolo, el inquisidor rojo de la ciudad, para ser interrogado por su última pintura, un cuadro sobre el Rio dei Mendicanti, pintado poco antes de que en sus aguas se descubriera el cuerpo de una mujer de la nobleza veneciana con signos de tortura y a la que se le extrajo el corazón.

Su pintura utiliza una técnica muy novedosa, el vedutismo, que hace uso de una cámara óptica para fijar en el papel las proporciones y perspectivas de manera muy exacta y que luego es reinterpretada por el artista. La pintura refleja muy bien el sitio preciso donde fue encontrado el cádaver, pero nadie cree que Canaletto tenga algo que ver con el crimen. Sin embargo, hay una extraña coincidencia en el sitio elegido, el crimen cometido, el cercano gueto judío y las «amistades» del pintor, como los subversivos músicos Antonio Vivaldi y Tomaso Albinoni, vigilados por los inquisidores.

Después de hacerle algunas advertencias sobre sus juntas y avisarle que lo va a «vigilar», lo dejan ir, para ser abordado de inmediato por personal de Dux, y el mismo Alvise Mocenigo en persona, habla con él, y resulta que también está interesado en la pintura del canal de los mendicantes, pero por otro motivo.

En el cuadro aparece un personaje junto a un local, platicando con otros dos. El Dux pregunta si la aparición de estas figuras es casual o atendiendo a la precisión conocida del pintor, si realmente ese personaje estaba en el lugar y momento. Luego de que Canaletto confirma sus observaciones, el Dux le hace un encargo extraño: se convertirá en un espía para él y averiguará qué hace esa persona en el lugar, así que deberá investigarlo y darle informes semanales. Y al Dux no se le puede decir que no…

De esta manera, nuestro pintor se verá involucrado en una trama de intrigas, crímenes y la vida de la nobleza de Venecia. Canaletto no tiene ninguna dote de investigador, pero, con la ayuda de sus amigos, irá cruzando puertas para descubrir una ciudad nueva, en donde la creatividad, el arte y la ciencia coexisten con la lujuria, los vicios y un complot de la nobleza para destruir a la República… mientras se van acumulando cadáveres en las calles.

Venecia se encuentra asolada por la epidemia de viruela, cientos caen enfermos y otros tantos copan el cementerio. La culpa, así como de los crímenes atroces, les es asignada a la comunidad judía y ya se prepara un pogromo por parte del pueblo llano. La ciudad es un hervidero de espías y es urgente que Canaletto descubra los fines del misterioso personaje de su pintura, ya que el Dux y la inquisición quieren evitar el colapso de la ciudad y están conscientes de que la comunidad judía es un poderoso sostén económico de la ciudad. Hay que evitar el colapso.

La novela fue una grata sorpresa para enfrentar estos días en la sombrita, es un desfile de personajes históricos, de sucesos reales, combinados con un excelente thriller y una novela de suspenso. Me parece una muy buena recomendación, la disfrutarán sin más… Yo seguramente buscaré más libros de este autor muy prolífico.




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