Regla de Tres

Depredadores de la libertad de prensa

Reporteros Sin Fronteras consigna al ejército israelí y a grupos armados en países como México, como los mayores responsables en los asesinatos de periodistas

La organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) dio a conocer su Balance 2024 sobre la violencia ejercida contra periodistas a nivel global, en donde revela un recrudecimiento alarmante de los ataques, especialmente en las zonas de conflicto, donde se concentra la mitad de los asesinatos de profesionales de la información registrados este año. 

“Los periodistas no mueren, los matan; no están en la cárcel, los regímenes los encierran; no desaparecen, los secuestran. Estos crímenes vulneran el derecho internacional y, con demasiada frecuencia, quedan impunes. De víctimas colaterales, los periodistas han pasado a ser objetivos, testigos incómodos, incluso moneda de cambio, peones en el juego diplomático”, consigna la organización.

Consigna que en 2024, Gaza se ha convertido en la región más peligrosa del mundo para los periodistas, donde el propio periodismo está amenazado de extinción. Un tercio de los profesionales de los medios asesinados este año lo fueron por bombas de las fuerzas armadas israelíes. Israel se ha convertido también en una de las cinco mayores cárceles de periodistas del mundo.

Más allá de Gaza –refiere-, otros conflictos y otras realidades se desarrollan lejos de los focos. Sudán se ha convertido en una trampa mortal para los periodistas, atrapados entre facciones militares y paramilitares. Y fuera de los escenarios de guerra, tampoco el periodismo se libra. Pakistán, donde siete periodistas fueron asesinados en 2024, y México, con cinco víctimas mortales, figuran entre los tres países con mayor número de asesinatos de profesionales de la información en los últimos cinco años, y se mantienen como el blanco implacable del crimen organizado y las facciones armadas.


Reporteros Sin Fronteras consigna que en Birmania, en el marco de un conflicto ampliamente ignorado por los medios internacionales, tres periodistas han sido asesinados.

“Insistamos en ello: los periodistas no mueren, son asesinados. Hay que pedir cuentas a todos los responsables de estos crímenes, empezando por las fuerzas armadas israelíes, que desde el 7 de octubre de 2023 ya no se escudan en investigaciones fantasiosas, ni disfrazan los ataques contra periodistas de lucha antiterrorista, añadiendo ignominia a la eliminación física deliberada”.



En el informe se subraya: “Es necesario sacudirnos y activarnos, y recordar que es por nosotros, los ciudadanos, para informarnos, por lo que mueren asesinados los periodistas. La indolencia de los poderes públicos sólo es posible gracias a una indiferencia aún demasiado marcada de los ciudadanos”.

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