Regla de Tres

Dentro de la casa

Han pasado 24 años desde que una bebé fue hallada en la escena de un crimen o suicidio colectivo, dentro de una de las grandes casas del opulento barrio de Chelsea, junto al río Támesis.”

Imagina por un momento que eres una persona joven, independiente, ordenada y trabajadora. Pero esas cualidades no te alcanzan para vivir holgadamente. Tu trabajo apenas te da para ir tirando en un departamento pequeñísimo y cumplirte algún capricho muy de vez en cuando. Un buen día, recibes una carta de un grupo de abogados que te informan que has recibido en herencia una casona en una de las zonas más exclusivas y caras de Londres. Sí, de repente eres una persona muy rica…

Una sorpresa así seguramente lleva implícito algo extraño, algo que debes saber sobre tu pasado, algo que se te ha ocultado. Esta es la historia que nos cuenta Dentro de la casa, la novela de Lisa Jewell (Cross Books, 2023), autora británica de thrillers psicológicos de alto vuelo.

Dentro de la casa se puede enmarcar, sin duda, en la novela de suspenso, el thriller psicológico, pero también en el domestic noir, un subgénero que retrata los ambientes domésticos, las relaciones interpersonales y, en general, la vida cotidiana; una combinación que se encuentra detrás de un misterio y la comisión de algún crimen, y donde «la casa», el edificio donde se presentan los hechos, juega un papel muy importante, como otro personaje más. Ya hemos reseñado aquí otras novelas de este género, donde destaca La comunidad (Planeta, 2021), de Helene Flood.

El título de este libro puede llevarnos a la idea de que todo transcurre dentro de una habitación, o algo igualmente agobiante, pero no; en realidad, su historia transcurre entre Londres y Marsella. El titulo, enfatiza que, así como desconocemos casi por completo a quienes viven en nuestro vecindario, dentro de la casa también podemos estar conviviendo con desconocidos.

Han pasado 24 años desde que una bebé fue hallada en la escena de un crimen o suicidio colectivo, dentro de una de las grandes casas del opulento barrio de Chelsea, junto al río Támesis. Libby, la bebé, fue adoptada por una pareja que no conocía su historia y ahora que cumplió 25 años recibe la noticia de un fideicomiso que le anuncia que ha heredado la casa en cuestión.

Hay tres personajes centrales en esta historia, tres historias aparentemente desconectadas que van confluyendo de manera muy natural: Libby, una chica moderna, independiente, que sabe que fue adoptada y ama profundamente a sus padres; ella es el centro de la historia, ahora sabe que sus padres biológicos murieron en circunstancias extrañas que dan pie a la novela, y que ella quiere comprender. Lucy, una mujer de 38 años, madre soltera de los niños Marcus y Stella, que se gana la vida como violinista callejera, y durante mucho tiempo vive, literalmente, en la calle. Un día recibe un mensaje de teléfono: “El bebé cumple 25 años…”.

Y finalmente está Henry Lamb, hijo de la pareja dueña de la casa de Chelsea. Su padre era el único heredero de la fortuna de su abuelo, un magnate de las maquinas de videojuegos. Compró la casa de Chelsea el mismo día en que recibió la herencia familiar. Él mismo, como su hermana, acudían a la escuela más cara de la ciudad. Nos va contando su vida de pequeño, junto a su hermana. Por alguna razón no reclamó la herencia de la casa.

Ellos son los que están «dentro de la casa» y cuyas historias nos dirán lo que realmente pasó hace 25 años. Hay una narración muy buena que nos impulsa a seguir leyendo y una gran capacidad de la autora para contar hechos macabros de manera muy cuidada, nada sangrienta o gore. Y eso mismo es tal vez lo más inquietante, pues nos muestra que no siempre conocemos con quién vivimos. Desde un principio queremos saber qué pasó en la casa, cómo se llegó a esa tragedia y cómo sus propios protagonistas intentan salir de la misma.

Un buen libro para estas vacaciones que ya se anuncian a la vuelta de la esquina y que puede disfrutarse en una tarde tranquila en casa, frente a una cerveza helada o su bebida favorita. No te lo pierdas.


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