Este reconocimiento quiere de manera muy particular invitar a conocer su poesía, y decir que el mejor homenaje justamente es leer sus poemas
Es poeta michoacana, que nació en la ciudad de México, y desde los 31 años vive en Morelia, Michoacán. Aquí, en esta ciudad, despliega su actividad de poeta, promotora cultural y tallerista. Ha bebido con pasión la escritura de poesía y suma la herencia literaria en un largo y apasionado recorrido que ha rendido frutos. Parte de esto se debe a las amistades entrañables que ha cultivado a lo largo de su vida: tres o cuatro autores que la han marcado en el pasado inmediato dejan sentir coordenadas en su escritura; un diálogo fluido con la también poeta Frida Lara Klahr; cercanía literaria por el fuego del verso y definiciones de vocación con el poeta Tomás Rico Cano; muy particular, la actividad cómplice que vivió con Gaspar Aguilera Díaz.
Después todo fue profundizar entre escribir y dar a conocer su obra y es autora de los siguientes poemarios: Asómate a mi ventana (Colectivo Artístico Morelia, 1990), La dimensión de los cuerpos (Jitanjáfora, 1992), Entrega para hombres de sal (Ed. de autor, 2004), La imagen en el agua (Secum, 2005) y De cara al caracol (Jitanjáfora, 2010); volúmenes a los que hay que añadir la autobiografía Margarita (Instituto Michoacano de Cultura, 2004), así como los libros de investigación Grafiteros de Morelia y Nuevas identidades en la ciudad de Morelia: las jóvenes en la contracultura (Unidad Regional Michoacán de Culturas Populares, 2003 y 2006); ha sido incluida en las antologías como Continuación del canto (Instituto Michoacano de Cultura, 1990), Los nombres y las letras (Jitanjáfora, 2007), Olvidados y excéntricos (Secum, 2008), La generación del desencanto (Universidad Michoacana, 2009), La República en la voz de sus poetas (Secum, 2012), Breve antología de poesía erótica latinoamericana (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2014) y El brillo de la hierba húmeda (Ediciones Moneda, Chile, 2020). Y recordar con rigor poético un título muy particular: ¡Lotería, cuarto creciente! que en realidad es un poema extenso. Apasionantes viñetas que nos permiten profundizar en la esencia de una autobiografía lírica.
Pero se trata sólo de un ejemplo dentro de un vasto recorrido a través de una escritura que mediante el verso o la prosa poética va madurando una búsqueda, hasta ganarle un lugar dentro y fuera de su generación de escritoras. Ante la condena a lo inédito, que en Michoacán como en el resto del país suele acosar como un estigma a quienes cultivan profesionalmente el ejercicio de la poesía, hay que revelar su lugar entre los de su propia generación y decir es ya excepcional la lectura de un puñado de poemas. Llegar a conclusiones definitorias y marcar ese antes o después que registra su nombre en la poesía del Michoacán de entre siglos: desde la segunda mitad del XX y la suma de estos 23 años transcurridos del presente siglo XXI.
Como recordar que a Margarita Vázquez Díaz en el 2009 se le consagró la sesión 23 del Seminario Permanente de Escritores Michoacanos y, ahora se le rinde homenaje dentro del marco del Encuentro Nacional de Poetas Jóvenes, Morelia 2023. Y por lo mismo, recuerdo que hace diez años inició este encuentro. Lleva siete emisiones, a lo largo de las cuales han desfilado más de 19o poetas jóvenes (y no tan jóvenes) de casi todos los estados de la república, visitando Morelia para leer parte de su poesía y la mesa de clausura tiene sus particularidades y matices.
Así, la órbita de los autores michoacanos participantes es que proceden de 16 municipios. Darío González Rodríguez, quien es originario de Uruapan, lanza con pasión la interrogante muy particular al preguntarse “¿para qué un encuentro de poetas?” y de inmediato razona la siguiente síntesis: “Es que la tradición poética en Michoacán ha dado grandes voces a la literatura nacional y universal, como Concha Urquiza, Carlos Eduardo Turón, Ramón Martínez Ocaranza, Homero Aridjis, entre otros, y este esfuerzo reconoce la tradición y brinda un foro para conocer a nuevos talentos literarios”.
Por lo que enumero que cada emisión del encuentro ha reservado espacio para homenajear uno de esos indispensables nombres mayores, no sólo por edad, sino por magisterio y antecedencia: Lucía Rivadeneyra en 2013, acompañada en la mesa por Claudia Hernández de Valle-Arispe, José Ángel Leyva, José Mendoza Lara, Gaspar Aguilera Díaz, Raúl Eduardo González y Rafael Calderón; Homero Aridjis en 2016, fue acompañado por los comentarios a su obra y trayectoria por Joaquín Díez-Canedo, Humberto Musacchio y Jorge Ortega; José Antonio Alvarado en 2017, acompañado nada menos que por Lucía Rivadeneyra, José Mendoza Lara, Gaspar Aguilera Díaz y Rafael Calderón; mientras que en el 2019 Neftalí Coria contó con la presentación de Carmen Villoro; Gaspar Aguilera Díaz en 2020 fue acompañado por Lucía Rivadeneyra, Margarita Vázquez Díaz y José Mendoza Lara; y en 2022 correspondió el turno al editor y poeta José Mendoza Lara con la lectura a su obra por Raúl Eduardo González, Sergio J. Monreal y Marco Antonio López. Por lo que las actividades del encuentro en este 2023 se cierra con el reconocimiento a a la poeta Margarita Vázquez, pero recordando que el próximo febrero llega a las siete décadas de vida, con la poesía al frente.
Este reconocimiento quiere de manera muy particular invitar a conocer su poesía, y decir que el mejor homenaje justamente es leer sus poemas.
1 comentarios
Felicidades Por el artículo y a Margarita por su gran trayectoria como escritora y pues a seguir con ese entusiasmo