«Es gratificante saber que prácticamente las tres candidaturas contemplan el uso de energías renovables. Sin embargo, no hay que olvidar que éstas no constituyen una panacea…”
Francisco Viveros Dávalos
Vivero de Ideas
El pasado domingo 28 de abril se llevó a cabo el segundo debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum (MORENA-PT-PVEM), Xóchitl Gálvez (PRI-PAN-PRD) y Jorge Álvarez Máynez (MC). A continuación, algunas de las impresiones que ha dejado este ejercicio electoral a quien escribe:
La candidata de la coalición opositora, Xóchitl Gálvez, dedicó demasiado tiempo para atacar a Sheinbaum y casi no desarrolló sus propuestas, por lo que merecerá tan solo un par de renglones párrafos abajo.
Del lado de la candidata oficialista, de nueva cuenta, llama la atención que hace referencia a su gestión como jefa de gobierno de la Ciudad de México, así como a algunos de los logros de la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador. Es importante que vuelve a señalar el aumento al salario mínimo, así como mejores prestaciones laborales para sectores como repartidores de plataformas digitales; y es de remarcar la ambición de los proyectos de infraestructura que enumeró.
La gran revelación resulta ser el candidato del partido naranja, quien aprovechó su tiempo de manera eficiente, evitando caer en denostaciones personales y colocar sobre la mesa mayores propuestas en comparación con el primer debate. Sus repetidas apelaciones hacia los sectores más jóvenes del electorado hablan de un entendimiento del nicho electoral que pretende conquistar, el cual en adelante, será cada vez más decisivo en comicios electorales.
El diagnóstico acerca de los cuatro temas urgentes para dar pie al desarrollo económico (crisis de inseguridad, falta de agua, transición energética y la re-localización de inversión extranjera), los estímulos para estudiantes, haciendo énfasis en las actividades culturales y la agenda centrada en la primera infancia, muestran esa izquierda progresista que no lució tanto en el debate anterior. La cereza en el pastel: es el único que hasta ahora ha hablado acerca de la urgente reforma fiscal que los partidos de las otras dos candidatas han bloqueado o ignorado.
Mención específica amerita el último segmento, dedicado al cambio climático y ámbitos ambientales en general. Es gratificante saber que prácticamente las tres candidaturas contemplan el uso de energías renovables. Sin embargo, no hay que olvidar que éstas no constituyen una panacea, pues incluso para la generación de energía renovable son aún necesarios recursos derivados de las no renovables, y que la transición energética debe estar acompañada de un cambio en los paradigmas económicos que rigen nuestro día a día.
Mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y adaptación al cambio climático, son las dos grandes apuestas de la candidata oficialista. Tocó brevemente la prohibición del uso de transgénicos y la regulación de concesiones mineras. Su alusión al desarrollo sustentable muestra el dominio sobre el tema y la capacidad para explicarlo; pero quizás lo más relevante de su intervención sea el hecho de remarcar la estrecha relación entre la equidad social y el componente ambiental.
Xóchitl Gálvez apela de igual forma al paradigma del desarrollo sustentable, el cumplimiento de los Acuerdos de París, y quizás lo único rescatable de su participación en todo el debate, haya sido la crítica a la desaparición en los hechos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), así como la desaparición de varios fideicomisos en varios rubros, como el presente.
Finalmente, el candidato Máynez elogia la renovación de unidades prestadoras de transporte público en Jalisco y Nuevo León, hace una breve demostración de desastres ambientales en las administraciones de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, y propone varias acciones en torno a la crisis del agua, como revisar las concesiones para su aprovechamiento.
En resumen, se trató de un debate mucho más fluido que el anterior, en donde las propuestas de Claudia Sheinbaum y Jorge Álvarez Máynez se llevaron la noche.
Ilustración portada: Reco