“En Morelia, la perforación de nuevos pozos y su rehabilitación aún a más profundidad para encontrar agua, nos está acercando a una catástrofe.”
Leopoldo Chassin Ramírez
Palabras y Utopías
En la colaboración anterior en Regla de Tres se mencionaron varias anomalías en algunos de los fraccionamientos asentados en la Lomas de Santa María (LDSM), entre otros Zálica, un conjunto habitacional de 120 casas con costos superiores a los dos millones de pesos y que sus servicios de drenaje son insuficientes, colocando en riesgo a colonias colindantes, pues aún antes de iniciar su operación ¿y venta?, el agua brota en algunas alcantarillas (ver fotos). El suministro de agua potable coloca en mayor estrés a la zona donde se han construido fraccionamientos, edificios, laboran escuelas y negocios diversos.
Como se sabe, entre el 30 y 50 por ciento del agua potable que se consume en Morelia proviene del manantial de La Mintzita, y de allí se alimentan colonias de la zona. Igualmente dicho manantial se encuentra con múltiples amenazas y saqueos por la autorización indebida de fraccionamientos, siembra de aguacate y la mancha urbana que se extiende irracionalmente sin límite, con amenazas para la sustentabilidad de Morelia. ¿Con la autorización del Ayuntamiento?
De La Mintzita proviene el agua potable que habrá de alimentar a 120 casas más, sometiendo así a la planta de tratamiento a una potabilidad de forma deficiente, pues en ocasiones el agua es turbia y contiene sólidos en suspensión debido a un filtrado deficiente. Es por eso y por suministro insuficiente que los vecinos de la LDSM cada día y con más frecuencia compran pipas de agua para satisfacer sus necesidades. ¿Lo mismo espera a los nuevos adquirientes de vivienda de Zálika?
En Morelia, la perforación de nuevos pozos y su rehabilitación aún a más profundidad para encontrar agua, nos está acercando a una catástrofe. ¿Extraer más agua que la que se recarga? A eso se le llama saqueo.


Oídos sordos del Ayuntamiento
El pasado 6 de septiembre se cumplieron tres semanas del conflicto del OOAPAS con los vecinos de la calle Juan de Dios Peza de la LDSM, cuando éstos se opusieron a que se interconectara el drenaje de aguas negras de Zálika y sus 120 casas con una tubería de por sí insuficiente, pues cuando llueve de las alcantarillas brota el agua negra. Hay testimonio de vecinos de Torrecillas y de la LDSM.
Las autoridades de la dependencia quedaron de entregar los estudios y explicar la magnitud del proyecto, asunto que hasta la fecha no ha sido atendido, mientras los trabajos de Zálika siguen sin ninguna interrupción. ¿Oídos sordos del Ayuntamiento?
El estudio entregado por el OOAPAS el mes pasado no contempla la disposición final del drenaje. Es decir, está limitado sólo a satisfacer las necesidades de Zálika y no contempla los riesgos en la LDSM y Santa María de Guido, por lo tanto no es viable su conexión como ellos lo afirman en su resolución al problema de drenaje.
¿Porqué el Ayuntamiento de Morelia otorga la licencia de construcción a Zálika después de dos años de inicio de la construcción? ¿Oídos sordos del Ayuntamiento? ¿Corrupción?
Reclamo
Desde este medio los habitantes de LDSM le exigimos al Ayuntamiento de Morelia que cumpla con su deber de controlar las obras, así como los diversos servicios y el suministro de agua y la disposición de los drenajes de los 120 compradores de Zálika, sin perjuicio alguno a los habitantes de Santa María de Guido, Torrecillas y Lomas de Santa María y colonias colindantes.
Si el agua es poca… que no autorice nuevos asentamientos.
Ilustración portada: Reco
