Regla de Tres

Cartas a Sara, revictimización


La convocatoria que para la UMSNH es una invitación a «liberarse» del dolor de las violencias de género, para colectivas feministas resulta simulación, revictimización y una manera de no resolver

Como una estrategia para mantener la inacción ante la violencia de género en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) e incluso una ventana hacia la revictimización, ven colectivas feministas que integran la Asamblea de Mujeres en la convocatoria Cartas a Sara.

La Coordinación de Igualdad de Género, Inclusión y Cultura de la Paz emitió el 3 de febrero esta convocatoria que invita a las víctimas de violencia de género sufrida dentro de la universidad a que la expongan en una carta, pero sin el compromiso de tomar acciones contra esa violencia, sino con el mero objetivo de visibilizarla para «sanar».

“No buscamos señalar a culpables, ya que la Coordinación de Igualdad de Género, Inclusión y Cultura de la Paz tiene instrumentado un mecanismo para ello”, aclara la convocatoria.

El objetivo es que las mujeres se “liberen” del sufrimiento por la violencia que sufren o sufrieron al “abrir tu capacidad de hablar de un tema doloroso, que no has logrado comunicar”, lo cual, para las colectivas, resulta revictimizante.

“Es un ejercicio que revictimiza y no atiende las necesidades verdaderas. No pueden llamarnos a sanar sin atender de manera debida y sancionar a los agresores”, apuntaron integrantes de algunas de las colectivas que integran la Asamblea de Mujeres (Red Asaleas, Matrioskas, Mapas, Amnistía Internacional Capítulo Michoacán, Sïkuame, Histórikas Histérikas y mujeres independientes articuladas).

Tendederos del acoso colocados en marzo de 2020 en la UMSNH | Fotografía: Patricia Monreal

Por medio de un pronunciamiento, las activistas se dijeron preocupadas porque la respuesta de la institución ante las denuncias que se han venido exponiendo desde 2020 a través de tendederos y otros mecanismos sea esa, luego de que ni la Rectoría ni las instancias encargadas de los derechos humanos o de género se han pronunciado, atendido las denuncias o activado los protocolos correspondientes.

Aseguraron que no se ha sancionado a los denunciados y “hasta la fecha muchos siguen dando clases”, mientras que algunos alumnas y alumnos que han denunciado, han optado por dejar sus estudios.

“Es indignante que la respuesta sea una actividad de este tipo, que realiza sin ningún tipo de contención, seguimiento y acompañamiento de la institución”, expresaron, pues consideran que aunque la sanación es un proceso propio, también es colectivo y va de la mano con una actuación por parte de las autoridades.

“Piden contactar con lo que sientes y liberarse. Nos parece descuido, pues no pueden pedirnos que nos liberemos sin la actuación y mecanismos de defensa ante ellas”, sostienen las activistas.

Señalan que la visibilización de las violencias de género dentro de la universidad ya se ha dado por muchos medios y por parte de alumnos de distintas facultades, incluso de bachillerato, pero la respuesta ha sido omisión, sanción e incluso estigmatización de quienes denuncian.

Lo que exigen las feministas, quienes integrarán la marcha que partirá de Ciudad Universitaria el 8 de marzo a las 16:30 precisamente como un llamado de atención hacia la institución, es que se replanteen las estrategias para atender la violencia de género, no se revictimice a las sobrevivientes y se convoque a acciones destinadas a la reparación del daño y la sanción de los agresores, así como una adecuada implementación del protocolo de atención.

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