Regla de Tres

Calcular el tamaño del infierno

Instrumentos, objetos, estudios, con los que científicos y estudiosos como Galileo Galilei llegaron incluso a calcular el tamaño de Lucifer y las dimensiones, ubicación y forma que tendría el infierno.


Ivonne Monreal

El gran científico y filósofo Galileo Galilei (1564-1642), absorto en múltiples estudios que, entre tantas cosas, confirmaron la teoría heliocéntrica del sistema solar o permitieron por primera vez escudriñar la superficie lunar gracias a sus inventos, llegó incluso a calcular el tamaño de Lucifer y las dimensiones, ubicación y forma que tendría el infierno.

Cuando el padre de la ciencia moderna tenía 23 años de edad, se vio atrapado en medio de una disputa de honor, de carácter intelectual, entre dos personajes que creían poseer la verdad absoluta sobre la geografía del infierno, basados en los conocimientos científicos que para su época poseía el poeta Dante Alighieri (1265-1321), nutridos principalmente por la obra del connotado astrónomo persa del siglo IX, conocido como Alfraganus.

Aquellas nociones las transfirió el poeta a su Divina Comedia (1306-1321), mismas que fueron tomadas con toda seriedad por sus lectores, en particular hombres del Renacimiento que estaban convencidos que previo a la escritura de su máxima obra, Dante había diseñado en su mente la ubicación, estructura y forma del infierno con llanuras y ríos, y elementos arquitectónicos como torres y puentes.

Fue así que Antonio di Tuccio Manetti (1423-1497), arquitecto de Florencia, estudioso de matemáticas y astronomía, copista y traductor de tratados científicos, profundizó en el texto del poeta y sustentó que el orden y la belleza del universo concebido por Dante, correspondían a un cálculo preciso que él intentó demostrar y cuyo resultado se publicó en 1481. Teoría que secundaron otros estudiosos de filosofía y letras de su época y de su misma ciudad.

El conflicto dio inicio alrededor de 1544 cuando un ensayista y crítico italiano radicado en la ciudad de Venecia, Alessandro Vellutello (nacido en 1473), refutó en tono irónico los estudios de Manetti y sus otros coterráneos al publicar La Comedia, con la nueva exposición, en la que planteó otra topografía del averno. Heridos en su pundonor, los académicos de Florencia resolvieron el disenso llamando, para contrastar ambos sistemas, a uno de sus matemáticos más jóvenes y prominentes, Galileo Galilei. En 1587, el científico brindó dos lecciones en la Academia de aquella ciudad, claramente inclinado en sustentar la veracidad de los cálculos del florentino Tuccio Manetti.

En ambas lecciones “Acerca de la figura, posición y dimensiones del infierno de Dante” -texto resguardado en la Biblioteca Nacional Central de Florencia-, Galileo Galilei describió de manera minuciosa, aquel abismo de forma cónica, estrecho en un vértice de 60 grados al centro de la Tierra y profundo más de 3 mil 245 millas y, calculando la superficie de los nueve círculos que lo componen en forma descendente, estableció también la dimensión de Lucifer y de los Gigantes.

Imagen Portada: Busto de Galileo Galilei, Museo Galileo, Florencia, Italia

Tratado del uso y fabricación del astrolabio, de Egnazio Danti (1569). Museo Galileo, Florencia, Italia
Esfera armilar, de Antonio Santucci, modelo a escala del cosmos según las concepciones de Aristóteles. Museo-Galileo, Florencia, Italia
Esfera armilar, constructor Girolamo della Volpaia (1564). Museo Galileo, Florencia, Italia
Astrolabios. Museo Galileo, Florencia, Italia
Estuche con instrumentos matemáticos, constructores Giacomo y Domenico Lusverg (siglo XVII). Museo Galileo, Florencia, Italia
Tratado sobre la operación del compás geométrico y militar, de Galileo Galilei (1606). Museo Galileo, Florencia, Italia
Tabla de afnidades químicas, ideada por Étienne-Francois Geoffroy (1766)
Cuadrante, constructor Carlo Renaldini (1667). Museo Galileo, Florencia, Italia
Calendario perpetuo, constructor Christian Boyling (siglo XVII)
Fachada Museo Galileo, Florencia, Italia


Deja tu comentario