Regla de Tres

Aseo del hogar, trabajo informal

La mayoría de las personas que realizan trabajo doméstico remunerado son mujeres, no tienen contrato ni prestaciones y además, enfrentan una brecha salarial


Beatriz Rojas

A propósito del el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, que se conmemora cada 30 de marzo, vale la pena tomar en cuenta observar algunas cifras que se refieren al trabajo doméstico remunerado en Michoacán y en México; sin embargo, no se debe perder de vista el trabajo doméstico no remunerado (TDnR).

El TDnR en nuestro país recae principalmente en las mujeres y de acuerdo con las investigadoras del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (ININEE) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), América Ivonne Zamora y Yesica Díaz Barajas, debería de incluirse como un indicador en el Índice de Desigualdad de Género, pues esta actividad impide a las mujeres incorporarse al mercado laboral -o bien se convierte en una carga laboral adicional a sus jornadas de trabajo-, y les dificulta desarrollar otro tipo de aspectos en su vida como el académico, el social, el profesional, etcétera.

Ahora bien, atendiendo únicamente al trabajo doméstico remunerado, se tiene que en Michoacán, para el cuarto trimestre de 2022, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), registró que hay tres millones 652 mil 117 personas mayores de 15 años y la Población Económicamente Activa (PEA) es de dos millones 246 mil 319, de los cuales están ocupados dos millones 208 mil 839. De las personas ocupadas, un millón 345 mil 77 son hombres y 863 mil 762 son mujeres.

De las personas ocupadas en Michoacán, 79 mil 825 se dedican al trabajo doméstico remunerado (que incluye también actividades de cuidado, jardinería y choferes). De ellos, mil 53 son hombres y el resto, 78 mil 772, son mujeres.

En porcentajes, en Michoacán de la población de 15 años o más ocupada, el 3.61 por ciento de los hombres y el 3.56 de las mujeres se dedica a trabajo doméstico remunerado  y de las personas que se dedican a esta labor, el 1.31 por ciento son hombres y el 98.68 mujeres. La diferencia con la media nacional es de ocho puntos porcentuales, es decir, el porcentaje de mujeres que realizan labores domésticas es mayor en la entidad que en México.

En México, para ese mismo período, el INEGI registró un total de 2.5 millones de personas mayores de 15 años ocupadas en el trabajo doméstico remunerado, de las que el 90.2 por ciento eran mujeres y 9.8 por ciento, hombres; sin embargo, las mujeres ganaban en promedio tres mil 767 pesos y los hombres cuatro mil 399. Es decir, existe una brecha salarial a pesar de que son mujeres la gran mayoría de personas que se dedican a estas labores.

El 78.6 por ciento del total, que corresponde a casi dos millones de personas, se dedica al aseo de casas particulares, el 10 por ciento cuida a personas mayores, con alguna discapacidad o niños y el resto, en su mayoría hombres, son choferes o jardineros.

A nivel nacional, la mayor parte de las personas que se dedican a las labores domésticas pertenecen al grupo etario de entre 30 y 49 años, seguido del que comprende de 50 a 64 años, tanto en hombres como en mujeres.

El nivel de escolaridad promedio de de los empleados domésticos es de ocho años; aunque el 42 por ciento terminó la secundaria, mientras que el 28 por ciento, la primaria; el 14, algún nivel medio superior y el resto no tiene estudios.

Sólo el 3.9 por ciento de estos trabajadores se considera formal, el resto registra distintos grados de informalidad laboral y el 97.5 por ciento del total no contaba con un contrato. Además, el 72.6 por ciento no contó con prestaciones laborales.


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