En contra de los “traidores” a la Universidad Michoacana, la movilización que demandó marcha atrás al proyecto de Ramírez Bedolla y Yarabí Ávila
Raúl López Téllez
De ladito, Alfredo Ramírez Bedolla observa desde una manta a los marchistas que apenas son las 08:00 horas del jueves 27 de marzo y ya empiezan a concentrarse frente al Congreso del Estado.
El rostro del morenista aparece junto al de la rectora expriísta -hoy cuatroteísta- Yarabí Ávila González y los de los diputados que la madrugada del 8 de marzo aprobaron la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Son los rostros de los “traidores” a la UMSNH -como se llamaba la institución antes de que su denominación fuera cambiada en dicha reforma por el de Benemérita y Centenaria Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-, por lo que se dice una y cientos de veces en el transcurso de esta mañana que no se volverá a votar por Morena.
“¡Va a caer, va a caer, la reforma va a caer!”, corean los universitarios ante el edificio donde la aprobara con 30 votos la mayoría morenista -con el único voto en contra de uno de sus filas, Juan Carlos Barragán-, junto con el Partido Verde y el de la Revolución Democrática, con nueve diputados ausentes -del PAN y del PRI-, y una abstención, tras una aparente adhesión inicial con los universitarios de la bancada del Partido del Trabajo que terminó plegándose a la mayoría pese a que en un principio abogaron porque el tema fuera “bajado” de la orden del día.

La reforma fue planteada por Ramírez Bedolla dentro de su “Plan Morelos” desde el 2024, a partir de una reforma al artículo 143 de la Constitución local donde se definirían las funciones sustantivas de la UMSNH
La movilización fue convocada por el Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM), a la que se adhirió el Sindicato Único de Empleados (SUEUM) y afiliados del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Michoacana (Stumich), tanto para insistir ante los legisladores en la abrogación de la nueva norma y que se reponga el proceso con la inclusión de los sectores universitarios -quienes fueron hechos a un lado a través de dinámicas virtuales y excluyentes-, como lo mandata el artículo segundo de la Ley General de Educación Superior, de una consulta obligada, previa, libre e informada, la cual no ocurrió; además de entregar los amparos que de manera individual y colectiva fueron depositados en el Poder Judicial de la Federación particularmente en contra de la modificación al Régimen de Pensiones y Jubilaciones, punto central de la indignación de los agremiados.
La oposición a la reforma reúne aquí a docentes jóvenes y veteranos de la UMSNH, poco dados a marchar, a protestar, pero que al menos este día parecen dispuestos a soportar el sol que apenas tan temprano y ya empieza a calar sobre cientos de gorras, sombreros y cachuchas y donde los vendedores de sombrillas aparecen en el trayecto de la manifestación.
También hay estudiantes, pocos pero hay, algunos con sus uniformes blancos de Medicina, Nutrición, tan pocos que apenas si se notan y mucho menos aquellos de las casa del Estudiante que por lo visto optaron por someterse a las advertencias de Rectoría y, como ocurre desde hace años, se mantiene inmóvil, lejos de ser aquel sector contestatario de otros tiempos.
Son cerca de las 09:00 horas y se organizan los contingentes para arrancar en este primer tramo, que va del inmueble del Poder Legislativo hasta el jardín de Villalongín.
“¡No que no, si que sí, ya volvimos a salir!”, empiezan a corear para arrancar la caminata, en una tónica festiva que con coraje y discursos con expresiones condenatorias a criterio de quien tenga el micrófono del carro de sonido, marcará en todo su trayecto la movilización desde que sale del Congreso, hasta que los contingentes alcancen la sede del Poder Judicial de la Federación donde, se sabrá más tarde, se entregaron 2 mil 600 amparos individuales y uno colectivo que acoge al conjunto de agremiados.


“¡Va a caer, va a caer, la rectora va a caer!”
Arribo a Villalongín, segunda etapa de la marcha, donde los agremiados del SPUM se encuentran con el Sindicato Único de Empleados (SUEUM), los dos referentes que detentan los contratos colectivos de trabajo, además de algunos desbalagados que sin dirigencia al frente marchan con lemas del Stumich.
El contingente se engrosa con la incorporación de los suemistas, más curtidos en estas lides que los académicos para protestar, más gritones y con una camioneta del sonido al frente que inicia con arengas más enérgicas en contra de los “traidores” diputados, los que impulsaron la iniciativa de decreto que pasó directamente a la Comisión de Gobernación haciendo a un lado a los integrantes de la Comisión de Educación, y en contra de los funcionarios que desde la Rectoría impulsaron una consulta que dejó fuera a una comunidad universitaria de más de 60 mil integrantes
“¿Están cansados?”, brota la pregunta desde el vehículo con altavoces. “¡No!”, contesta la multitud que avanza ya sobre Acueducto, tramo sobre el que a la altura del bosque Cuauhtémoc una maestra se desvanece y es sostenida oportunamente por maestras y maestros que impiden que caiga al suelo.
Desde un altavoz y al frente de los manifestantes, la maestra María Guadalupe Estrada Gámez -Lupe “la guerrillera”, como se le conoce en la política universitaria-, alude a Rosa Luxemburgo como una mujer con dignidad y congruencia y se sigue con Leona Vicario, que dice son verdaderos ejemplos de mujeres revolucionarias, “no como la señora que está en Rectoría que tiene una imagen de plastilina, una imagen que se puede caer en cuanto nosotras nos organicemos todas porque las verdaderas feministas somos nosotras”.
La docente, integrante de Morena y rescindida recientemente en su contrato por manifestarse con sus alumnos en el edificio de Rectoría para reclamar presuntamente materiales de trabajo, llama a los ciudadanos que observan desde las banquetas, “únanse, la universidad es del pueblo, el pueblo la mantiene con sus impuestos”.


“¡Chinga de noche, chinga de día, ah cómo chinga la Rectoría!”
Cruce de la avenida Acueducto con Ventura Puente, tercera etapa de la movilización, con la integración de la “marea verde” de los integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) que reciben a los gremios universitarios con una bengala del mismo tono; de los transportistas que encabeza José Trinidad Martínez Pasalagua con la Comisión Reguladora del Transporte; de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación -dos de las ocho expresiones, la de Jairo Antonio Mandujano Ortega, la mayoritaria, y el bloque Poder de Base-, y hasta la fracción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que encabeza Macedo Negrete en la Delegación III-6 con base en la Secretaría de Educación del Estado.
“¡Sindicatos unidos, jamás serán vencidos”, se escucha con más fuerza y más fortalecido el contingente que avanza para alcanzar la avenida Enrique Ramírez Miguel, el tramo final para llegar hasta el Poder Judicial de la Federación.
La manifestación concita el interés de empleados que salen a los quicios de los negocios a observar el paso de los marchistas, de los transeúntes que detienen momentáneamente su marcha, sin reacciones hacia los marchistas que avanzan con una avanzada que encabezan los dirigentes gremiales, al parecer indiferente ante las consignas: “¡Y que paguen los adeudos, sí señor, y que respeten los contratos colectivos, sí señor!”


“Una malvada que se cree más cabrona que bonita”
“La Universidad es un desastre, hoy si quieres hacer un trámite, tiene que pasar por Javier (Cervantes Rodríguez), el señor que es secretario general de la Universidad y ellos dicen ´le vamos a comentar a la rectora´; el material humano no le importa… Hoy nos vamos a amparar y decirle a los diputados que pronto los tendremos pidiéndonos el voto…”, dice un integrante del SUEUM que acapara el micrófono y la multitud responde: “¡Yarabí entiende, no somos tu juguete!”
“Hoy no podemos permitir que nuestros contratos sigan violentados, que se paren las negociaciones hasta nuevo aviso, ¿pues quienes se creen?, ¿quién se cree (el secretario general) Javier, quién se cree Yarabí y el tesorero (Enrique Román García)? Ese abuso viene desde el Congreso del Estado, ese abuso viene porque no han dado clase, Yarabí no ha estado dando clase ante grupo, lo dio un año o dos y después permiso tras permiso y después la infamia, (el ex rector Salvador) Jara Guerrero es el que la lleva adelante para poderla apadrinar para irse a la gubernatura… Hoy le decimos al gobernador que deben ser citados los tres últimos rectores para que rindan cuentas sobre los desfalcos a la Universidad”, clama el sueumista.
Dice el de la voz que a las trabajadoras “les han puesto un supervisor para que las vigile” y dice que se violentan los derechos de las mujeres “en lactancia” al impedirles los directores de las dependencias “ir siquiera al baño o al IMSS”. Eso, se escucha en las bocinas, “es misoginia, cuando lo más valiosos que tenemos los nicolaitas son nuestras mujeres, aquí y en el interior del estado”, plantea.
El sol pega recio y algunos manifestantes se cubren en la sombra de las banquetas, botellas en mano. Y la oratoria sigue a propósito del calor, con el señalamiento de que a los directores de las dependencias universitarias que apoyaron la reforma, “les pagan sus bikinis para que se vayan a la playa y les dan a tiempo el presupuesto, porque los señores como son gatos se creen gatos de la rectora, tengan tantita dignidad ustedes no son empleados de la rectora, son servidores de la academia (…) Hoy lo decimos claro y conciso, Yarabí no cumple con los requisitos y ya lo dijo la Inteligencia Artificial y todos los servicios los quiere hacer digitales, al STASPE le está pasando lo mismo, quieren digitalizar los pagos del gobierno del estado para que sea la Inteligencia Artificial la que cobre, pero quieren correr a los del STASPE porque ya todo va a ser digital y es lo mismo en la Universidad, tenemos compañeros que no saben manejar las computadoras porque ellos vivieron otros tiempos, tenemos que ayudarles a que hagan sus trámites… Compañeros, hoy tenemos una villana, una malvada que se cree más cabrona que bonita y por eso nos está chingando, no se lo debemos permitir, hoy debemos decirle al gobierno del estado que qué le hemos hecho para que nos mandara a esa señora tan malvada, tan villana y tan poca mujer que aunque diga que tiene una universidad de puertas abiertas, todos los días lesiona a las trabajadoras y a los trabajadores…”
Contestan las consignas, “¡Yarabí, traidora, no serás gobernadora!”.


“¡Y la gente se pregunta y estos quiénes son, son los sindicatos exigiendo solución!”
En un árbol, en el acceso principal de la sede del Poder Judicial de la Federación y sostenida por maskin, una cartulina se sostiene endeble: “Respeto a los derechos laborales”.
Han sido casi tres horas y media de caminata. Los rostros lucen bronceados, algunos colorados, todos en el rostro con el sopor de una jornada demasiado caliente. Alrededor de 4 mil participantes en la marcha, estima Juan Galván, responsable de Prensa del SPUM; apenas unos 3 mil dicen otras versiones.
No hay mitin alguno, como se había previsto. Sólo mensajes de agradecimiento de Ramiro Silva Orozco, líder del SPUM, a todos los marchistas que acompañaron la movilización y de la que previamente, antes de concluir, “ya se habían adelantado”, dijo el líder, los abogados del SPUM para hacer entrega de los amparos colectados desde el lunes 24 hasta el miércoles 26 de marzo. “Y aquí están saliendo nuestros abogados, aquí están los amparos!”, dice tras recibir un folder y levantarlo para que la multitud aplauda, grite y entone las últimas consignas de un mediodía agónico. “¡Va a caer, va a caer, la reforma va a caer!”
Tena Flores del SUEUM agradece igual a los liderazgos de los referentes gremiales -quienes no asistieron, mandaron representantes-, y habla de un movimiento sindical en puerta que dará, dice, otra demostración “de unidad, de defensa de los trabajadores” el próximo 4 de abril, cuando de no ser atendidos por Ramírez Bedolla, se manifestarán “miles” lo que el dirigente llama “el Frente Sindical Estatal”, conformado por los sindicatos ya señalados, con la toma del micrófono de algunos de ellos.
Cierra las intervenciones el ex diputado federal morenista Irepan Maya Martínez, quien solitariamente alude al “apoyo a Eduardo Tena” de parte del Partido Comunista de México y de una presunta Federación de Partidos Comunistas.
