A siete años de declarada la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en Michoacán su promotora, Circe López Riofrío, sostiene que la problemática estructural sigue sin atenderse
Patricia Monreal
El 27 de junio de 2016 en Michoacán se declaró la Alerta por Violencia de Género contra las Mujeres en 14 municipios. A siete años de distancia su promotora, Lucero Circe López Riofrío directora de Humanas Sin Violencia, la considera obsoleta.
La violencia contra las mujeres en Morelia, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zamora, Apatzingán, Zitácuaro, Los Reyes, Pátzcuaro, Tacámbaro, Hidalgo, Huetamo, La Piedad, Sahuayo y Maravatío, no sólo no ha disminuido a decir de la activista, sino que se ha diseminado y profundizado en otros muchos municipios del Estado.
En entrevista con Regla de Tres, Circe López hace un balance de la Alerta en Michoacán, sus alcances, limitaciones, los resultados que arroja y el actuar de las autoridades que han tenido en sus manos instrumentarla. Sostiene que de fondo no se ha atendido la violencia estructural, que es a lo que se aspira llegar.
“El mecanismo tiene límites, tiene que transformarse en otra cosa, porque lo que existe actualmente como alerta es obsoleto, no funciona porque la realidad se impone”.
El proceso
“Son siete años ya, aunque para nosotras es más, el primer diagnóstico que hicimos fue en el 2008, era sobre los delitos que se cometían en contra de las mujeres en este estado”, refiere Circe al recordar que ese primer documento –derivado de una investigación apoyada por Indesol- lo hicieron para ver qué estaba pasando con la violencia contra las mujeres en el estado.
“A partir de ese diagnóstico que le presentamos al entonces gobernador Leonel Godoy, habíamos observado de manera muy preocupante una ruta –que ahora es súper evidente- en los municipios colindantes con Jalisco de una incursión de alta criminalidad, y la llamo así porque no solamente es el crimen organizado y el narcotráfico, sino que juegan otros elementos relacionados con la seguridad pública”.
En el estudio detectaron una ruta de violencia que desde Los Reyes bajaba “por lo que ahora se denomina el corredor de los frutos rojos, luego pasaba por los la Meseta para atravesar hasta la parte de Pátzcuaro y entrar a Morelia”.
Debido a que en 2008 las reglas de operación de la Alerta permitían sólo a las autoridades la promoción de su solicitud, Humanas sin Violencia tuvo que esperar a que se modificaran los criterios en 2013 y así promover –en 2014- que se diera la declaratoria en Michoacán.
Uno de los detonantes para que Humanas presentara la solicitud, fue el feminicidio en Uruapan de Kassandra Bravo Caro, enfermera de 19 años, quien tras ser desaparecida fue encontrada con el rostro desollado y huellas de tortura.
“En ese tiempo estaba llevando un proceso en Uruapan cuando asesinan a Cassandra, esa situación se sumó a los efectos que estábamos viviendo por la declaratoria contra el crimen organizado en el Estado. En particular la violencia contra las mujeres se había acentuado, porque ya no solo eran los hombres cercanos a los núcleos familiares o dinámicos comunitarios, los que podían asesinar a las mujeres, sino también estaban los policías, el ejército, los autodefensas y el crimen organizado.
“Esa espiral de agresores sexuales se reflejó muchísimo en los municipios con autodefensas, en donde las agresiones sexuales se incrementaron hasta en un 184 por ciento. Todo este escenario aunado a la falta de autoridad, de gobernabilidad, de los asuntos económicos donde a las mujeres las ponen en el centro de la disputa, nos hizo presentar la solicitud”.
La Alerta es un mecanismo de contingencia, similares a los que se instrumentan cuando hay un desastre natural remarca Circe: “se supondría que tenía que coordinar a ciertas autoridades para que intervinieran y subsanaran lo que ocurría, que no pusieran en riesgo la vida de las personas, que implementaran mecanismos para garantizar la seguridad y que previnieran que esas situaciones no se volvieran a suscitar”.
El problema con la Alerta de desde un inicio es que las autoridades no estaban entendiendo qué se requería hacer, suelta la activista.
“La Alerta… y no lo digo solamente yo, ya hay un estudio de Eurosocial que contrató el propio Inmujeres para ver hacia dónde caminar con las alertas; el estudio dice lo que nosotras ya veníamos señalando desde hace muchos años: que la alerta se nos vino a evidenciar como una cosa y se convirtió en otra”.
Simulación
A ojos de Circe, la Alerta vino a evidenciar la simulación en los mecanismos de atención a las mujeres existentes, en donde no se tenía ninguna claridad de una política pública, situación que asegura se replica hasta la fecha.
Explica que el mecanismo de la alerta lo que hace es ver qué sucede, por qué no se está atendiendo, “entonces empezamos a evidenciar que la gente que trabajaba en los institutos o en las secretarías, estaban ahí como premio de consolación; te das cuenta que las instituciones tenían y todavía muchas tienen una visión totalmente asistencialista sobre las mujeres, cuando aquí se creó la Secretaría de la Mujer muchos decían que para qué si ya estaba el DIF, todavía en municipios las instancias municipales siguen haciendo lo mismo que hace el DIF.
“Tenemos ocho años que no hemos avanzado casi en nada”.
La Alerta se terminó convirtiendo en un mecanismo que evalúa la política pública de acuerdo con la activista, en ese sentido considera que funciona en un corto plazo y de manera inmediata, “¿en qué ya no funciona?, pues en el mediano y largo plazo
Y subraya: “la Alerta se creó para que no asesinaran a las mujeres, pero en el trayecto de la implementación no hemos logrado que dejen de matarlas”.
Desde su perspectiva lo que tendría que ocurrir es la desaparición de las Alertas para transformarse en otro tipo de mecanismo, ya que en su estructura actual incluso estima que hay un cumplimiento del 95 por ciento en el caso de Michoacán, sin que esto signifique que el tema de fondo se haya resuelto.
“Hay un asunto de contención de los feminicidios, pero no así de los homicidios de mujeres que tienen una dimensión mucho más profunda y de razones de género. En los feminicidios su gran problema radica en la dinámica familiar sin que hasta el momento en el país o en el Estado exista una política pública dedicada a atender la dinámica con todas las aristas que implica la violencia familiar incluida la violencia de pareja.
“Son tres situaciones que nosotras hemos venido estudiando, que agravan y que potencian que una mujer pueda ser asesinada en una relación o de pareja, una es que la mujer pida la separación, el divorcio o que termine la relación; la otra tiene que ver con la pensión alimenticia; y la tercera se relaciona con la guarda y custodia de los hijos”.
Muertes
En el caso de homicidios de mujeres en Michoacán, Circe habla de la extrañeza que le producen las declaraciones oficiales que argumentan que éstos están disminuyendo.
“Los homicidios contra las mujeres tienen una serie de elementos en un contexto de pugnas territoriales, la intervención de la delincuencia también juega un papel relevante. Las mujeres se fueron incorporando hacia grupos criminales por la fuerza, al ser secuestradas o extorsionadas, las utilizan en actividades delictivas y están siendo asesinadas por ello.
“En los análisis que hacemos con compañeras de otros estados, desde hace cinco años estamos viendo que los homicidios de las mujeres se están moviendo hacia esas dinámicas. Nos preocupa que la mayoría de esas mujeres, están siendo eslabonadas en cadenas criminales, pero son el último eslabón y son las sacrificables”.
Al respecto abunda que los homicidios recientes de mujeres en el estado incluyen la muerte de sus parejas, hijos o familias.
“Algo que también quiero destacar y fue muy perverso, es que en la declaratoria de la alerta hay 35 acciones a realizar como medidas de seguridad, prevención y acceso a la justicia. Cuando se crean esas esas medidas se incorporan responsabilidades ya establecidas en ley para las autoridades, como por ejemplo que pongan luminarias, que hagan caminos seguros, que corten la maleza; si ya estaban, ¿para qué incorporarlas en la Alerta?”.
Remarca que la alerta tendría que convertirse en verdaderos modelos de atención del problema estructural, “no pueden estar fundados en si atiendo a cuatro mil personas o si dieron diez mil despensas. A mí me gustaría más escuchar cuántos procesos articulados este gobierno brindó hacia las mujeres.