Reporteros Sin Fronteras consigna que la prisión arbitraria se ha afianzado como medio de represión del derecho a la información y es ya una práctica común en muchos países
Redacción
Al concluir 2023 un total de 547 periodistas en el mundo se encontraban en la cárcel según los datos de Reporteros Sin Fronteras, organización que consigna que la prisión arbitraria se ha afianzado como medio de represión del derecho a la información y es ya una práctica común en muchos países.
“El encarcelamiento de periodistas es un método de represión utilizado en cerca de la mitad de los países del mundo. Durante los últimos cinco años, al menos un periodista ha sido detenido debido a su trabajo en 86 países”.
Los datos de la organización consignan que en 2023, 779 periodistas estuvieron encarcelados y de éstos 547 permanecían entre rejas o en arresto domiciliario en 45 países al concluir el año.
Abunda que las condenas dictadas el año pasado contra periodistas fueron de una semana hasta 20 años de prisión.
De manera específica consigna que el 2023 registró condenas de cárcel récord contra mujeres periodistas, ya que desde 2019, ninguna había sido condenada a más de diez años de prisión, mientras que seis de las ocho penas más duras impuestas en 2023 fueron a mujeres.
Consigna además que algunas de esas periodistas son víctimas de una terrible represión, como en Irán, donde Elaheh Mohammadi y Niloofar Hamedi han sido condenadas a 12 y 13 años de cárcel respectivamente, pero también en Bielorrusia, bajo el régimen autoritario de Lukashenko, donde figuras emblemáticas del periodismo independiente, como Maryna Zolatava, Lyudmila Tchekina y Valeriya Kastsiouhova han sido condenadas a penas de entre 10 y 12 años de cárcel, o en Burundi, donde Floriane Irangabiye, una de las pocas mujeres periodistas encarceladas en África subsahariana, cumple una condena de 10 años de cárcel.
Reporteros Sin Fronteras consigna que un periodista en prisión es, por definición, un periodista al que se le impide trabajar, “pero, también es un periodista intimidado para el futuro, y, junto a él, cientos o incluso miles de colegas con una espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas. Y está en juego la violación del derecho a la información de millones de personas. Detrás de las estadísticas, hay tragedias humanas y consecuencias políticas”.