En Michoacán, el Super Bowl siempre deja un sabor agridulce, sobre todo para quienes adquieren conciencia de que el aguacate está acabando bosques y mantos acuíferos
Rodrigo Caballero
“Ganaron los Chiefs perdieron los 49´s y todos nosotros”, se lamentó Julián Vázquez, vecino del municipio de Peribán, uno de los principales exportadores de aguacate del Estado de Michoacán junto a Uruapan, Tancítaro y San Juan Nuevo.
El Super Bowl LVIII siempre deja un sabor agridulce en tierras michoacanas, sobre todo para quienes poco a poco adquieren conciencia de que el aguacate se está acabando los bosques y los mantos acuíferos del territorio michoacano, aseguró Julián.
Como cortador de aguacate, Julián depende completamente de esta industria agrícola para sobrevivir y cuando vivió en los Estados Unidos uno de sus principales orgullos era ver que el “oro verde” mexicano inundaba el mercado norteamericano, tanto que decidió regresar a su tierra para poner su propia huerta apenas la pandemia le arrebató su trabajo.
“El americano come mucho el aguacate, en el guacamole, en el Super Bowl, les encanta, por eso andamos aquí dándole, yo soy cortador para un patrón y tengo una huertita que es mía y de mi familia, pero pues vemos que ya hay mucha competencia, si se consume mucho pero no deja lo que dejaba antes y el agua pues no la hay ya, ya nos la estamos peleando”, dijo el pequeño productor.
Más cate menos agua
La falta y acaparamiento del agua, la deforestación y el cambio ilegal de uso de suelo para la explotación de aguacate cada vez causa estragos más evidentes en las comunidades que se dedican a esta industria y poco a poco las afectaciones se extienden a zonas que no tienen vela en el entierro.
Municipios que antes no eran aptos para aguacate como Zacapu, Villa Jiménez, Buenavista, Zamora, Purépero, Zinapécuaro y hasta la capital Morelia están modificando sus tierras para seguir explotando la fiebre aguacatera, generando un estrés hídrico sin precedentes.
De acuerdo con el último reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) publicado el pasado 23 de febrero de 2024, en Michoacán, 104 de los 113 municipios reportan sequía severa y extrema y las bajas lluvias del año pasado provocaron que desde octubre de 2023 el Gobierno de Michoacán emitiera una declaratoria de emergencia por la falta de agua.
“Acá (el agua) nos llega por tandeo, nosotros dejamos la manguera abierta toda la noche y nos llega por ratitos a la pila, pero no se alcanza a llenar, de ahí de la pila se toma para regar, para fumigar y para nosotros, para la casa, los trastes, el baño y todo lo de la casa”, aclaró Julián.
El súperdomingo
Las condiciones en las que vive Julián y cientos de pequeños y medianos productores contrastan con las cifras récord de venta de aguacate, especialmente durante la temporada del Super Bowl, cuando se calcula que se consumen 24.3 millones de kilos de guacamole y -tan sólo en esta fecha- se exporta la misma cantidad de aguacate que se lleva toda Europa en un año, según cifras del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Productores y Empacadores de Aguacate de Jalisco (Apeajal), Eleazar Oceguera Aguayo, el encuentro del pasado domingo 11 de febrero en Las Vegas, Nevada, requirió 130 millones de toneladas de aguacate con un valor aproximado de casi 37 millones de dólares.
Sin embargo, no todas son buenas noticias, ya que el mismo presidente admite que el cambio climático terminó afectando a los productores, ya que las frutas no alcanzaron el peso adecuado y se vendieron mucho más baratas por ser de menor tamaño, lo que al final termina afectando las ganancias de los productores.
La mancha negra del aguacate
A pesar del orgullo que genera el “oro verde”, explotado en exitosas campañas publicitarias tanto en México como en Estados Unidos, lo cierto que es dentro de la misma cadena de producción se recienten los estragos climáticos de la sobreexplotación del campo y el uso de los mantos acuíferos.
Poco antes de que iniciara la fiesta del Súperdomingo, la asociación Climate Rights International (CRI) emitió un informe en el que señaló que los productores de aguacate usan cantidades enormes de agua, extraídas ilegalmente de arroyos, ríos, manantiales y acuíferos subterráneos para regar sus huertas.
“La deforestación y el acaparamiento de agua han tenido consecuencias graves para las poblaciones locales, puesto que han contribuido a la escasez de agua y han incrementado el riesgo de deslaves e inundaciones letales”, apunta el informe.
Mediante análisis de datos, imágenes satelitales, revisión de documentos y visitas a los lugares se pudo comprobar los daños ambientales del aguacate y se urgió a las autoridades mexicanas y estadounidenses a actuar inmediatamente ante la gravedad de las consecuencias de la sobreexplotación de esta fruta.
Medidas gubernamentales
Tres días antes del Super Bowl, un grupo de senadores norteamericanos urgió a la administración del presidente Joe Biden para que controlara el mercado del aguacate, a través de una certificación que impida el ingreso de fruta proveniente de terrenos ilegales.
Lo que desató una reacción en cadena apurando a las autoridades mexicanas para que lanzaran programas como el llamado Guardián Forestal, un sistema de monitoreo satelital en tiempo real, que el Gobierno de Michoacán dio a conocer apenas una semana antes del Súperdomingo.
Hasta la fecha el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, dijo que van 327 denuncias por la devastación de más de 5 mil hectáreas de bosque en el estado y aseguró que seguirán monitoreando las regiones con mayor afectación en el estado como son Sierra-Costa, Bajío, Meseta Purépecha y Cuitzeo.
Sin embargo, en el terreno estas acciones suenan demasiado ajenas para pequeños productores como Julián, quien ha visto caer la producción de su huerta y como han bajado los precios del producto por la falta de agua.
-¿A usted le gusta el fútbol americano?
-La mera verdad que no, no le entiendo, nomás me llama la atención cuanto guacamole come el americano en esas fechas.
-Entonces no vio el Super Bowl.
-Pues no, yo no, un sobrino sí le entiende y me anda diciendo, no que ganaron los Chiefs, que perdieron los 49´s, yo nomás le digo pues ese paso que vamos, sin agua y sin bosque digo yo, pues los que vamos a perder somos todos.
Fotografías: Rodrigo Caballero
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Rodrigo Caballero. Periodista mexicano que se ha desempeñado en la cobertura de temas de derechos humanos, pueblos indígenas, crimen organizado, desaparición forzada, desplazamiento forzado, movimientos sociales, grupos de autodefensa, policías comunitarias y medio ambiente en los estados de Michoacán, Morelos, Guerrero, Tamaulipas y Veracruz.
Es integrante del proyecto No Están Solas de la Unidad de Investigación de Buscadoras de la Universidad de Columbia, y es Premio Gabriel García Márquez 2019 por su participación en la investigación “El País de las 2 mil fosas”.