Abstención, golpe a la elección de estado

La contienda cocinada por meses por el oficialismo, se topó al final con el desdén del electorado que en su gran mayoría decidió no acudir a las urnas

Patricia Monreal

Los porcentajes de participación registrados tras la jornada electoral del primero de junio, fueron en México un duro golpe a la elección de estado operada por meses tanto a nivel federal como estatal para poner punto final al equilibrio de Poderes y someter al Judicial a la lógica política.

A las 23:00 horas del pasado domingo, la presidenta del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei Zavala, emitió un mensaje dando a conocer la estimación de participación ciudadana de la elección judicial, con un porcentaje que osciló entre los 12.57 y 13.32 puntos.

De un listado nominal de 99 millones 793 mil 821 ciudadanos, sólo 12.9 millones en todo el país habrían acudido a las urnas, tomando en cuenta una participación promedio del 13 por ciento.

Pese a ello, el lunes dos de junio la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo usó los calificativos de “inédito”, “impresionante” “maravilloso” y “democrático” para referirse al proceso comicial que registra la participación más baja en la historia del México contemporáneo.

Para elegir ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la participación fue del 12.81 por ciento (con el 99.13 por ciento de las actas computadas), es decir, emitieron su voto 12.6 millones de ciudadanos de los 99.5 millones del listado nominal. De ese total, cinco millones 963 mil 276 votaron por Hugo Aguilar Ortiz que es el candidato que más sufragios registra, lo que implica que su arribo al cargo de ministro presidente de la Corte, será con el respaldo de tan sólo el 5.99 por ciento del electorado del país.

Lenia Batres Guadarrama “La ministra del pueblo” (como se autocalificó) contaría apenas con el respaldo del 5.66 por ciento de los electores del país para permanecer en la Corte, y con el 4.47 por ciento del pueblo que dice representar.

En Michoacán la participación del electorado para votar por ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue menor a la estimada en lo federal salvo en un caso. Los electores acudieron de manera diferenciada a cada uno de los distritos como puede observarse en el índice de participación que registran.

Por lo que toca a la contienda local, asumiendo funciones de autoridad electoral -que no le competen-, a las 20:30 horas del domingo primero de junio, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, convocó a rueda de prensa, acompañado por el presidente del Poder Legislativo, Juan Antonio Magaña de la Mora, y el del Poder Judicial, Gerardo Contreras Villalobos, para declarar que la jornada electoral había transcurrido sin incidentes, “con una afluencia muy importante en casillas urbanas y rurales”, “con una participación muy alta”.

No pasaron 24 horas para conocer las cifras oficiales que contradecían las declaraciones del mandatario. El lunes dos, en sesión del Consejo General del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), el presidente Ignacio Hurtado Gómez informó que sólo el 10.8 por ciento de los electores en el estado habían acudido a las urnas, es decir, una participación menor a la registrada en lo federal.

El Sistema de Cómputos para consulta pública desarrollado por el IEM, resultó limitado, sin consignar ni el número de votos, ni el porcentaje de participación por elección, por lo que habrá que esperar hasta que toda esa información pase por el Consejo General para que se conozca.

Las dudas sobre la transparencia en el Sistema del Instituto se dejaron sentir el martes tres, con retraso en la actualización de datos particularmente en el caso de Morelia, en donde la captura fue suspendida y la autoridad electoral determinó reiniciar en ceros el Sistema.

Dos días antes -el domingo- en un evento protocolario durante la jornada electoral, se presumió que el Sistema había sido auditado por el Tecnológico de Morelia y había pasado todas las pruebas sobre su confiabilidad.

La maquinaria

Luego de la polémica y los señalamientos por las reformas para dar vida a la elección del Poder Judicial, la maquinaria del Estado para posicionar perfiles afines en los procesos de selección de candidaturas se echó a andar a través del Ejecutivo y Legislativo en lo federal, y de los tres Poderes locales en Michoacán.

En el caso local, los Comités de Evaluación del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, consensaron los nombres de quienes serían los candidatos en las oficinas de la Secretaría de Gobierno, en reuniones que eran presididas por su titular, Carlos Torres Piña.

Pese a que el Congreso del Estado tenía la última palabra en la elaboración del listado final que se entregó al IEM, no hizo ninguna modificación o ajuste, aunque existían ya señalamientos en torno a la probidad de algunos de los ahí incluidos.

En la relación abundaron perfiles sin perfil, así como los allegados al Poder Ejecutivo o a la Cuarta Transformación, funcionarios de gobierno y familiares de figuras políticas. Ya con el proceso electoral iniciado, la definición y aprobación de candidatos fue el primer momento de fraude en la contienda debido a la incidencia directa cuatroteísta para la designación de los contendientes.

Un segundo momento vino con el despliegue publicitario para la promoción de la elección, echando mano de la estructura de Morena como si de una elección de partido se tratara. En las disputas internas de los grupos en ese instituto político para posicionarse con rumbo a la elección del 2027, éstos aprovecharían “la difusión” de la elección al Poder Judicial para promocionarse por todo el territorio estatal.

Un tercer momento se dio con la estrategia de solicitar el registro como observadores electorales de militantes partidistas. Esta medida se registró en todo el país y fue replicada por distintos partidos políticos, aunque mayoritariamente provino de morenistas.

En Michoacán el número de observadores electorales registrados, rebasaron el total histórico de todos los aprobados en la entidad por el IFE y el INE desde que tal figura se creó. La cifra este año superó los diez mil.

De las solicitudes rechazadas por el INE tras detectarse que se trataba de militantes partidistas, el 47.85 por ciento fueron de Morena con mil 499 casos; luego se ubicó el Partido de la Revolución Democrática con 707 casos; luego el PRI, con 353; el Partido Verde, 265; PT, 171; PAN, 58; Movimiento Ciudadano, 57; y el extinto Más Michoacán, con 33.

El cuarto momento se operó previo a la jornada electoral con la distribución de los acordeones elaborados por la 4T. En Michoacán fue el propio Alfredo Ramírez Bedolla el que encabezó la coacción del voto entregando los folletines a alcaldes y estructuras de los partidos afines a la Cuarta Transformación, quedando expuesto en fotos compartidas por su Coordinación de Comunicación Social de la reunión con el PRD, en donde se veía a la senadora Araceli Saucedo Reyes al lado del mandatario, revisando una de esas papeletas.

La regidora morenista de Apatzingán, Carmen Zepeda, mediante un video denunció la puesta en marcha de la distribución de los acordeones, calificando la elección como una farsa, “no es un proceso democrático, es un proceso totalmente autoritario”, señaló mientras mostraba a cuadro uno de los folletines.

Durante la jornada electoral en Michoacán, como en el resto del país, se evidenciaría con notas periodísticas y fotografías el uso de los acordeones por parte de los electores que acudían a emitir su voto.

En la comunidad de Cocucho, en el municipio de Charapan, la periodista Omaida Melissa García documentó en video y fotografías el uso de los acordeones. Fuera de las mamparas, de manera colectiva eran llenadas las boletas, incluso con funcionarios de casilla depositándolas en las urnas.

Por realizar su trabajo, la comunicadora fue agredida e increpada por un observador electoral, por lo que tuvo que salir huyendo del lugar.

El triunfo de los palomeados

Con el cómputo de los resultados electorales aún en proceso, las tendencias sobre los cargos con mayor avance, muestran en Michoacán la eficacia del operativo acordeón.

En el caso del Tribunal de Disciplina Judicial del Estado, el folletín instruía votar para mujeres por Lucía Baltazar Rendón, Paula Edith Espinoza Barrientos y Magdalena Monserrat Pérez Marín; y para hombres, por José Alfredo Flores Vargas y Luis Felipe Quintero Valois.

Todos ellos se posicionaron en los primeros lugares de la elección. Los resultados preliminares dados a conocer la tarde del martes en el Consejo General del IEM fueron:

Un dato relevante es que el número de electores que decidieron anular su voto, fue superior al total de la votación obtenida por José Alfredo Flores Vargas (el que más sufragios registra), con un total de 335 mil 977 votos nulos. El porcentaje de participación en la elección de magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial no fue reportado por el IEM.

Consulta:
Los palomeados del régimen
Participación, la interrogante