Abogatos asesinados

Todo comenzó con la desaparición de Michi y Malvavisco, lo que llevaría encontrar cuerpos de gatos enterrados con basura, luego esos cuerpos también desaparecerían

Beatriz Rojas

No es algo nuevo la desaparición de los gatos que se refugian en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), desde mediados del año pasado comenzaron a desaparecer.

La diferencia con las ausencias previas y lo que sucedió ahora es la presencia de cuerpos, que estaban en un basurero, de lo cual quedó constancia en video que se compartió en redes sociales.

Todo comenzó con la desaparición de Michi y Malvavisco o “las abogatas”, como solían llamarles los estudiantes. La profesora investigadora de posgrado Ana Cynthia Guzmán Tello fue informada de ello, pues es parte del Comité de Bienestar para los Gatitos de la Facultad de Derecho y de la División de Estudios de Posgrado.

Este comité está compuesto por tres mujeres que se encargan de alimentar a los 28 animalitos -17 en la Facultad de Derecho y 11 en la División de Estudios de Posgrado, más los visitantes nocturnos del bosque Cuauhtémoc y colonias vecinas- y en la medida de lo posible canalizarlos para adopción, por lo que piden a los alumnos mediante carteles no alimentarlos y contactarlas al teléfono de Ana Guzmán en caso de querer ayudar. Fue a ese número que se contactaron para reportar el avistamiento de los cadáveres de los gatos:

“Me dicen ‘maestra, en el bote de la basura que está a un lado del teatro Samuel Ramos aventaron gatitos muertos y están aventando basura arriba de ellos’. Yo estaba muy enferma y le pedí a mis compañeras que si podían ir a ver si esto era verdad. Ellas llegan, ven que es así, graban y entonces pues lo primero que hago es, aparte de decirle a la persona del Centro de Atención Animal lo que había pasado, pues subo el video”.  

La catedrática explicó a Regla de Tres que decidió compartir el video en sus redes sociales por temor a que alguien retirara los cuerpos antes de que llegaran los investigadores de la Fiscalía, lo cual sucedió; sin embargo, gracias a que se captaron videos y fotos, se pudo presentar la denuncia.

Entre la basura encontraron tres cuerpos, pero presumen que pueden ser más, ya que una alumna un gatito negro afuera de la Facultad, que fue recogido por el CAA y otros más reportaron haber visto gatos -no se precisa en qué estado- cerca del teatro Samuel Ramos y la Universidad de Morelia.

Ahora las integrantes del Comité buscan que se les deje pasar a la Facultad a buscar a unos gatitos bebés que suelen esconderse dentro de la carrocería de un autobús, para saber si están bien, así como poder tener una idea de la magnitud del daño, o que al menos les hagan el favor de buscarlos por ellas.  

“Cuando pasó esto, el CAA resguarda al gatito que estaba afuera y ya no dejaron pasar a las instalaciones, llegó la fiscalía y se puso a buscar los cuerpos porque ya no había  nada y ahorita siguen investigando pero está la Comisión Estatal de Derechos Humanos y no podemos entrar”, explica Ana Guzmán.

¿Quién fue?

Algunos comentarios de redes sociales responsabilizan al director de la Facultad de Derecho, Sergio Carmelo Domínguez Mota, y la propia Ana culpabiliza a “las autoridades” de la UMSNH de lo sucedido en la publicación de Facebook en que comparte el video; sin embargo, reconoce que no tiene ninguna prueba:

“La verdad no sabemos quién pudo haber sido, pero hemos tenido confrontaciones con el director. Es muy difícil entrar as ver a los gatitos, nos graban a ver qué estamos haciendo, nos tratan como personas no gratas ahí pero la verdad no podría decir que él mandó matarlos”.

No obstante, considera que sería una señal de una grave omisión en materia de seguridad que alguien externo hubiera entrado exclusivamente a envenenar a los gatos:   

“Puse ‘autoridades universitarias’ porque supongo que alguna autoridad universitaria dio la orden, porque si no, ¿cómo hubieran envenenado a los gatitos? Si no fue desde la autoridad, estamos mal, porque quiere decir que cualquier persona puede entrar y hacer lo que quiera y no pasa nada y las autoridades no se dan cuenta qué está pasando”.

La versión de las autoridades es que no tienen idea de quién pudo ser responsable, pues ellos reconocen y respetan la vida animal, además de que han capacitado a los alumnos en materia de derecho animal y firmado convenios con asociaciones protectoras y el Ayuntamiento de Morelia.

Sin embargo, no ha habido ningún acercamiento con la doctora Rosa María de la Torre, coordinadora del Grupo de Investigación en Derecho Animal, con el Comité que atiende a esta comunidad de gatos, aunque de acuerdo con Ana Guzmán, esto no es por falta de disposición, sino porque no ha habido oportunidad.

La docente advierte que no es posible acabar con la población de gatos en la zona, porque independientemente de que se haga labor de esterilización, lo que se requiere es una concientización a la población, pues “la gente va y tira a los gatitos en la facultad, en el bosque o en el mercado que está cerca” y “por cada esterilizado que hacemos nosotras, nacen cinco en una casa y los avientan a la calle”.

Eran miembros de la comunidad universitaria: UMSNH

Dos días después del hallazgo de los pequeños cuerpos, el director de la Facultad de Derecho y Ciencias sociales, Sergio Carmelo Domínguez; el director de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia,  José Antonio Luna; la coordinadora del Grupo de Investigación en Derecho Animal, Rosa María de la Torre y el secretario general de la UMSNH, Javier Cervantes, aparecieron en un video institucional.

Además de deslindarse completamente, aseguraron que para ellos los abogatos eran casi casi alumnos de la facultad, pues los consideran “miembros de la comunidad universitaria” y no una plaga, se comprometieron a presentar la denuncia correspondiente y colaborar en la investigación y a llevar a cabo ciertas acciones.

Entre ellas, vincular a los alumnos de la facultad de Veterinaria que deseen liberar el servicio social con campañas de esterilización y concientización con las colonias vecinas y llevar a cabo un censo de la fauna que habita en todas las facultades de la institución.

“Ojalá que esto se haga, pero no por nosotras, sino por los gatitos y por toda la fauna que vive ahí y si nosotras podemos apoyar, está bien y si consideran que nosotras les estamos estorbando, sin ningún problema”, opinó al respecto Ana Guzmán.