Hoy se cumple medio siglo del surgimiento de la Liga Comunista 23 de Septiembre, cuyo objetivo era transformar de manera profunda a México, un país, tan sumido –como ahora- en la vorágine de la corrupción política
Ivonne Monreal
La inteligencia y la valentía fueron dos rasgos característicos de las juventudes de las décadas de los 60s y 70s en México, no bastaba con salir a las calles y desatar el caos, contaban con toda una organización de pensamiento y de acciones cuyo objetivo era transformar de manera profunda un país, tan sumido -como ahora- en la vorágine de la corrupción política.
Fue aquella una etapa de comunión de intereses de una generación que aunque segmentada en distintos esfuerzos organizados, coincidía en la impostergable necesidad de un cambio, que al transitar de la teoría a la práctica enfrentó la bestial embestida del poder político en turno.
Hoy se cumplen 50 años del surgimiento de uno de esos esfuerzos concretados en la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S) que congregaba a ocho organizaciones guerrilleras, nacidas de los fermentos que en la década anterior habían dado lugar al movimiento estudiantil que desencadenó en la masacre de 1968.
Animadas también por las gestas de las revoluciones socialistas del siglo XX, en el pasado reciente las guerrillas de la LC23S habían sufrido en carne propia la desmesurada represión del Estado Mexicano que, entre diciembre de 1971 y febrero de 1972, detuvo y asesinó a muchos de sus militantes.
Las juventudes de entonces no ignoraban la letalidad del odio institucional ni su capacidad beligerante -contando siempre con la ciega fidelidad militar-, por ello su osadía resulta memorable, lo mismo que por las cuentas pendientes de muertos y desaparecidos que una vez más nos adeuda a todos la clase política mexicana.
Líneas de acción de la LC23S
Tras el baño de sangre que cubrió de cadáveres la Plaza de Tlatelolco en el 68, los movimientos estudiantiles, obreros y campesinos que se afirmaban en gran parte del país, entre la década de los 70 y principios de los 80 optaron por una vía menos ortodoxa y más radical, pero sin llegar al extremismo de los métodos oficiales que involucran en su libro de cabecera la tortura, el asesinato y la desaparición.
Fueron cinco las vertientes que se propuso la Liga para comenzar a operar y poder financiarse: apoyar a los movimientos de masas planificando actividades; conseguir armas; realizar expropiaciones -principalmente de los bancos- para obtener dinero; y, exigir la liberación de presos políticos a través de secuestros limpios -sin pérdidas humanas- de funcionarios o personajes importantes.
Las estrategias militares implementadas por la Liga Comunista fueron 4: Huelga económica, huelga política, combate de calle y guerra de guerrillas.
Fundación
El 15 de marzo de 1973 surge la Liga Comunista de la unión de las guerrillas de Los Procesos, Los Lacandones, el Movimiento Estudiantil Profesional (MEP), Los Enfermos, el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), Los Guajiros, Los Macías y el Movimiento Armado Revolucionario 23 de Septiembre (MAR-23S).
Organizaciones que acababan de perder a muchos de sus militantes y líderes en el denominado “invierno trágico”, que en la recta final de 1971 y principios de 1972, se cobró la vida de Raúl Ramos Zavala y Diego Lucero, dirigente de Los Procesos el primero y de Los Guajiros el segundo.
Por esas fechas también murió -en Morelia- una de las figuras emblemáticas de aquel periodo, el líder guerrerense Genaro Vázquez Rojas, dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), como documenta cronológicamente la organización Artículo 19 en su proyecto Archivos de la Resistencia.
La LC23S tomó ese nombre para rememorar el Asalto al Cuartel Madera, ocurrido el 23 de Septiembre de 1965 en Chihuahua, “la primera hazaña guerrillera de la nueva oleada de lucha armada que emergió en el país” a cargo de la organización insurgente Grupo Popular Guerrillero (GPG), se lee en el Archivo de la Resistencia.
Fundada en la ciudad de Guadalajara a propuesta de Ignacio Arturo Salas Obregón -desaparecido desde 1974-, la Liga Comunista se convirtió en una de las organizaciones guerrilleras más importantes de la década de 1970, hasta su desarticulación en los primeros años de la década de 1980.
Ideología
Los de la LC23S “eran aquellos que pensaban que tenían que examinar la realidad para poder transformarla y esto se hacía a través de los textos y del conocimiento del marxismo”, recuerda José Enrique Velázquez, ex integrante del Frente Estudiantil Revolucionario (FER), otra de las organizaciones activas en aquel periodo.
La Liga comulgaba con la “tesis de la Universidad Fábrica” la cual establecía que “las escuelas no debían educar a los alumnos en base a las necesidades capitalistas sino que deberían generar universitarios que buscaran soluciones para todo tipo de problemas del país”, explica Juan Antonio Castañeda, ex militante de esa organización en la serie documental “Clandestino. Historias de la guerrilla urbana”, del Canal 44 de la Universidad de Guadalajara (UdG).
Una de las misiones de los integrantes era educar a otras organizaciones en la corriente de pensamiento del marxismo y, además del trabajo de campo, tenían su órgano informativo, la revista Madera.
La estructura de la Liga abarcaba su Comisión Nacional, comités coordinadores zonales político-militares, comités regionales (campesino, obrero, estudiantil y de barrios), Buró Político, Buró Militar, brigadas y células, enlista a la televisora tapatía otra antigua militante, María de la Paz Quintanilla.
El desenlace
Los dirigentes de la LC23S fueron desarticulados, muertos o desaparecidos. La cacería de los jóvenes guerrilleros se desató desde la Dirección Federal de Seguridad, luego de que otra organización, las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP) secuestraron a Terrance G. Leonhardy, cónsul de Estados Unidos en Guadalajara, quien fue liberado ileso tras tres días de cautiverio.
Además de la Liga, fueron perseguidos, unos detenidos, otros desaparecidos o asesinados, integrantes de otras organizaciones activas en aquel tiempo como la Liga Comunista Espartaco, la Juventud Comunista, las Juventudes Juaristas y el Frente Urbano Zapatista.