“Como la mala hierba sale en los lugares menos pensados, así surgen -en los lugares donde no se espera- palabras para decir lo que sentimos, lo que pensamos…”
Sofía Blanco
Siemprevivas
Hay una canción de Rebeca Lane que me inspiró para escribir esta primer columna en Regla de Tres, Siemprevivas, junto con la tonada “como mala hierba”. Esa hierba que nace entre las ramas del monocultivo, que no se comprende de su existencia, ni la razón útil de su vida, y es ahí donde me conecta con lo maravilloso que es incomodar, ser irreverente y romper normas que nos sujetan, que se nos imponen por tener alguna característica biológica, color de piel o por el lugar que nacimos, así que hay cosas que no serán tan fáciles de expresar o decir, por lo que, así como la mala hierba sale en los lugares menos pensados, así surgen -en los lugares donde no se espera- palabras para decir lo que sentimos, lo que pensamos y fisurar poco a poco lo que en otro momento fue la autocensura, la imposición de mandatos de género, clase o edad, para salir a unir nuestras voces a otras que también rompen con el deber ser.
Y desde ese pensar es que me importa situar desde donde escribo y quién soy, porque creo que la palabra no es atemporal ni general, sino que está atravesada e impregnada de vivencias, situaciones, lugares, personas y reflexiones por donde hemos transitado, algo que me ha enseñado la crítica epistémica feminista, es que para el sistema patriarcal la palabra es universal y neutral porque tiene el supuesto de que no atraviesan las emociones y desde la objetividad se omite quién escribe, para quién escribe y con qué intención, pues quien escribe tiene una historia, tiene experiencias, expectativas, ideales, es reconocer que la palabra transforma, enuncia y visibliza la diversidad de realidades, situaciones y vidas.
Quien escribe en esta columna, soy mujer, lesbiana, de origen rural, migrante interna, adulta y desde estas otras identidades es que escribiré, hablaré de mis sentipensares, reflexiones y vivencias. Gracias a lxs compañerxs de Regla de Tres por invitarme a escribir en este medio independiente, por apostarle a medios autónomos, que al igual que nosotras, no esperamos la validación patriarcal para existir, para movilizarnos y enunciarnos desde nuestras vivencias.
Pues somos semillas diversas, criollas, nos reconocemos en la interdependencia de los cuidados, en la vida autónoma donde no son otros (en masculino porque patriarcado) quienes deciden por nosotras sino somos nosotras quienes conformamos milpas, bosques, selvas, enredándonos para sostenernos y transformar los sistemas de opresión como el patriarcado, la colonialidad, el capitalismos o el adultocentrismo.
Por último, decir que este espacio no será una solo voz pues estoy construida de múltiples redes, experiencias y saberes, así que al leerme queridx lectorx encontrará referencias de mi vida al igual que de personas que me acompañan, que me nutren o me interpelan para llegar a lugares no comunes, para seguir repensando y visibilizando sobre personas y comunidades que somos siemprevivas, como mala hierba.
Nos vemos en quince días.
Ilustración portada: Luna Monreal
2 comentarios
Felicidades por esta colaboración. Un medio que demuestra la inteligencia y el compromiso social al invitar a tan sensible y crítica feminista y activista.
Muy amables sus discertaciones para las que incomododamos con nuestra existencia.
No nos desterraran fácilmente, no si estamos interconectadas con nuestras redes, redes de otrxs de alianzas diversas.
Amo ser mala hierba.