“…si la oposición quiere seguir figurando en el imaginario colectivo, debe abandonar a las cúpulas partidistas…”
Francisco Viveros Dávalos
Vivero de Ideas
Los recientes comicios electorales del 2 de junio dejaron profundamente resquebrajados a los partidos políticos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática: su candidata se ubicó más de treinta puntos por debajo del primer lugar, ganaron tan solo uno de los nueve estados que se disputaron, no lograron reunir las curules ni los escaños necesarios para evitar que Morena y compañía obtuvieran la mayoría calificada en ambas cámaras, y en la Ciudad de México retuvieron tan solo cuatro alcaldías. En síntesis, una tragedia para la oposición en México.
El siguiente Vivero de Ideas se propone formular una hipótesis de qué factores llevaron a la oposición a obtener estos resultados, así como realizar un gesto de solidaridad y proponer algunas ideas que pudieran ayudarles a salir del extravío en el que se encuentran y vislumbrar un panorama menos sombrío que el de su franca extinción.
Dentro de las posibles razones de la debacle, se pueden encontrar las siguientes:
A lo largo de todo el sexenio, los partidos políticos de oposición no lograron proponer una agenda sólida y creíble que lograra derivar en una oferta electoral durante la contienda presidencial. En su lugar, optaron por discursos de odio y miedo, tales como insultar a quienes favorecieron con su voto a la candidata oficialista, o nutrir la retahíla de la venezuelización de México, que dicho sea de paso, tampoco ha rendido frutos en otros países de América Latina como Brasil, Chile, Perú o Colombia.
Siguiendo con esta línea, se limitaron a descalificar a ultranza a la llamada Cuarta Transformación, sin tomar en cuenta el gran respaldo ciudadano hacia el presidente López Obrador (que ronda el 60%) y la propia ex jefa de gobierno, que siempre se mantuvo arriba en las encuestas.
Por otro lado, desmantelaron sus principios y estatutos, formando un cadáver exquisito que le apostó a una aritmética electoral a todas luces errada: Pretender sumar los votos de todos los partidos de oposición sin tomar en cuenta sus agendas, su lugar en el espectro ideológico, y sobre todo, el antagonismo irreconciliable entre estas fuerzas políticas en algunos estados.
Pero quizás lo más preocupante fue el reparto de las candidaturas entre las cúpulas de los partidos que formaron la coalición: Haber regalado las primeras posiciones plurinominales a los cuates de Marko, a impresentables como Alito Moreno, Rubén Moreira, Aurelio Nuño, Manlio Fabio Beltrones, y a lo que quedó de PRD personalizado en Los Chuchos, dificultó mucho creer en que Xóchitl Gálvez representaba un proyecto “ciudadano”.
Además de considerar estos elementos y tratar de no repetirlos, es imperativo que los tres partidos políticos renueven sus dirigencias nacionales lo antes posible, y sobre todo, valoren la pertinencia de seguir unidos y de conservar la sociedad con el autor intelectual del desastre electoral, el empresario Claudio X. González.
Aunado a ello, es importante dar seguimiento a foros como el recién creado Frente Cívico Nacional (FCN), o la feligresía que asistió a las diversas ediciones de la Marea Rosa. No son pocas las voces que los animan a conformarse como nuevos partidos políticos nacionales. Esta idea resulta muy atractiva, sin embargo, sus representantes deberían tomar en cuenta algunos consejos que a continuación enumero:
Desligarse completamente de todo aquello que “huela” al episodio Fuerza y Corazón por México 2024; si no lo hacen, corren el riesgo de volverse en el refugio ideal de Alito Moreno y Los Chuchos en sus respectivos intentos de refundar las ruinas de sus partidos.
También deberían sostener la propuesta que en su momento realizó el FCN: traer a la mesa mecanismos como las elecciones primarias al interior de los partidos políticos, a fin de evitar que las cúpulas partidistas secuestren y contaminen la postulación de candidaturas.
En tercer lugar, es urgente que se hagan de una agenda político-electoral que puedan presentar en futuros procesos electorales. El esfuerzo que realizaron algunas personas y bautizaron como Mexicolectivo por ejemplo, sirvió de plataforma para Movimiento Ciudadano. Una parte del electorado sí le damos peso a las propuestas que se presentan en una elección, y en este sentido, nos volvemos muy críticos de ideas tan ridículas como criticar el uso de una falda con una imagen de la virgen de Guadalupe.
En síntesis, si la oposición quiere seguir figurando en el imaginario colectivo, debe abandonar a las cúpulas partidistas, diseñar agendas sólidas y argumentos convincentes, e incluir en los hechos a perfiles de la sociedad civil organizada que gocen de prestigio y credibilidad. De lo contrario, Movimiento Ciudadano les va a “comer el mandado” y pasarán a la intrascendencia nacional.
Ilustración portada: Pity