Estudiar esta disciplina no necesariamente te convierte en ateo o anarquista, aunque su objetivo sea formar sujetos con pensamiento crítico y actuación ética
Redacción
La Facultad de Filosofía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se encuentra en la segunda convocatoria para captar alumnos de nuevo ingreso, misma que cierra el 5 de julio.
Los interesados, deberán registrarse para realizar su trámite a través de la página institucional: www.umich.mx.
En un documento hecho circular por la dependencia universitaria, dirigido a interesados en estudiar Filosofía, se destaca la importancia y trascendencia de formar sujetos con pensamiento crítico, independiente y capaces de analizar e interpretar una realidad determinada, bajo criterios de actuación ética y humanística.
“La filosofía, a menudo vista como una disciplina abstracta, esotérica y poco útil, tiene una relevancia crucial en las sociedades contemporáneas. Su estudio y cultivo ofrecen herramientas indispensables para enfrentar los complejos desafíos de nuestro tiempo.
“En primer lugar, la filosofía promueve el pensamiento crítico. En una era de información abundante y, a veces, confusa e incluso falsa, la capacidad de analizar, cuestionar y evaluar argumentos se vuelve esencial. La filosofía enseña a distinguir entre argumentos sólidos y falacias, a identificar sesgos y a construir razonamientos correctos. Estas habilidades son fundamentales no solo en el ámbito académico, sino también en la vida cotidiana, donde la toma de decisiones informadas y éticas es crucial”, señala la información.
“Además, la filosofía fomenta la creatividad y la innovación. Al cuestionar las suposiciones básicas y explorar nuevas posibilidades, los filósofos abren caminos para el progreso en diversas áreas. Muchas ideas revolucionarias en la ciencia, la política y las artes han surgido de una reflexión filosófica profunda. La filosofía, con su insistencia en la reflexión crítica y la apertura mental, puede inspirar soluciones innovadoras a los problemas actuales.
“Ante la pobreza, por ejemplo, la filosofía económica y ética puede ayudarnos a entender las raíces estructurales de la desigualdad y a diseñar políticas más justas y equitativas. Reflexiones filosóficas sobre la justicia distributiva y los derechos humanos nos orientan hacia soluciones que respeten la dignidad de todas las personas y promuevan una distribución equitativa de los recursos.”
Entre otros argumentos, la información agrega que “la ética, una rama fundamental de la filosofía, juega un papel central en la formación de personas y sociedades no sólo justas, sino abiertas a conformar un sistema o estructura de cuidados que todos requerimos en algún momento de nuestra vida y del que hemos hecho caso omiso durante mucho tiempo. La reflexión ética ayuda a establecer principios morales que guían las acciones individuales y colectivas en situaciones que nos sorprenden por su novedad y complejidad ante las que debemos tomar decisiones, a veces urgentes, en condiciones de gran incertidumbre. En un mundo globalizado, donde las decisiones locales pueden tener repercusiones globales, la ética filosófica proporciona un marco para abordar cuestiones como la justicia social, los derechos humanos, y la sostenibilidad ambiental.
“El estudio de la filosofía también promueve la comprensión intercultural y el diálogo. Las sociedades contemporáneas son cada vez más diversas y multiculturales. La filosofía comparada, que estudia las ideas de diferentes tradiciones culturales, puede facilitar el entendimiento mutuo y el respeto por la diversidad. Al explorar diversas perspectivas filosóficas, las personas pueden encontrar puntos en común y construir puentes entre diferentes culturas y comunidades. Esta es una tarea indispensable en un mundo donde se multiplican los conflictos ante los que parece que el diálogo para resolverlos es simplemente imposible dadas las posturas cerradas, dogmáticas e intransigentes.
“Es muy importante dejar atrás los prejuicios, todavía dominantes, que existen sobre quienes deciden estudiar no sólo Filosofía sino también otras disciplinas estrechamente relacionadas con ella que conforman las llamadas Humanidades e incluso algunas Ciencias Sociales. Esos prejuicios se refieren, por ejemplo, a los rasgos de personalidad o a las creencias que se adquieren cuando se estudia esta disciplina (que las personas se vuelven ateas o anarquistas); a la idea de que sólo tiene sentido dedicarse al estudio de las ciencias o a cualquier actividad que se funde en el conocimiento científico, dejando de lado el hecho de que hay muchas preguntas cruciales que no caen bajo el alcance de ellas pero a las que hemos de dar alguna respuesta (preguntas, por ejemplo, sobre el carácter ético de ciertas acciones humanas, o sobre lo justa que puede ser una norma jurídica) ; y, sobre todo, a las dificultades para obtener empleo que le asegure una remuneración suficiente para atender sus necesidades. Que este último es un prejuicio infundado puede mostrarse a través de una búsqueda de información en fuentes confiables como https://www.observatoriolaboral.gob.mx, en la que se muestra que el ingreso de quien se forma en Filosofía o alguna de las disciplinas humanísticas no es diferente a los que estudian en otras áreas del conocimiento como las matemáticas, la administración y gestión de empresas, o la veterinaria.”
La Facultad de Filosofía “Dr. Samuel Ramos Magaña”, tiene cinco décadas formando profesionales que logran incorporarse laboralmente a diferentes áreas en las que son requeridas las capacidades que son propias de quienes se forman en Filosofía, se indica. “Además, en nuestra Máxima Casa de Estudios contamos con programas de maestría y doctorado en esta disciplina que forman parte del Padrón Nacional de Posgrados del CONAHCYT, lo que permite seguirse formando en ella contando con un apoyo económico hasta alcanzar el nivel académico más alto.”
Fotografía de portada: Kenny Eliason | Unsplash