“Parker se enfrenta a dos sicarios hospedados en el hotel, para proteger a otra mujer mientras la ciudad de Portland, como el mundo entero, se confina debido a la pandemia global de Covid-19.”
Horacio Cano Camacho
Zona Oscura
Un subgénero de la novela negra que me encanta es el llamado gótico, y uno de sus exponentes más destacados es, sin duda, el irlandés John Connolly. Menciono su nacionalidad porque aquí juega un papel muy importante. Connolly logró una mezcla muy especial entre historias muy oscuras, sacadas de cualquier periódico, y elementos mágicos y sobrenaturales muy interesantes. Como la cultura irlandesa, sus historias están plagadas de fantasmas y charlas entre muertos y vivos.
Hoy comentaremos su libro más reciente, o deberíamos decir, sus dos libros más recientes de la serie de Charlie Parker. Y es que bajo el título Las Furias (Tusquets, 2024), el número 21 de la saga, realmente se presentan dos novelas separadas. Ambas pueden leerse de manera independiente. Se trata de Las Hermanas Strange y Las Furias, conectadas por un hotel de mala muerte, a donde van a parar los presos recién liberados y aún bajo vigilancia de la justicia, también los delincuentes que quieren ocultarse o pasar desapercibidos, y gente siempre en el límite de regresar a la vida violenta. El otro hilo común es la historia de mujeres violentadas que requieren la protección que solo un tipo como Parker les puede brindar.
En Las Hermanas Strange, un criminal de poca monta, Raum Buker, regresa a Portland, en Maine, luego de una temporada en la cárcel. Su regreso no es tranquilo y va sembrando problemas a su paso. Buker estuvo involucrado en un misterioso robo a un coleccionista de monedas y está siendo buscado por este, un tipo siniestro. La búsqueda amenaza no solo su propia existencia, sino también la de sus antiguas amantes, las enigmáticas hermanas Dolors y Ámbar Strange.
Parker es contactado por un cliente que acaba de iniciar una relación con Dolors y le preocupa que Buker sea una amenaza para ella, comprometiendo su interés de matrimonio. Buker es un viejo conocido de Parker y sus amigos Louis y Angel de un antiguo caso de extorsión a ancianos.
Parker va a descubrir que hay varios asesinatos de numismáticos que aparentemente tienen relación con el mercado negro de monedas antiguas y con El Coleccionista, un tipo fanático con intereses en monedas inglesas muy viejas, relacionadas con mitos de inmortalidad y cuya fama incluye formas muy violentas de agrandar su colección. Connolly vuelve a un tema que ya antes ha tocado: los coleccionistas extremos, capaces de matar por obtener una pieza deseada y aparentemente faltante en su colección. También aborda el agobio en que viven las mujeres en una sociedad machista y violenta como la de la Norteamérica profunda. Encontrar una moneda se convierte en una carrera contra el tiempo para la vida y seguridad de muchos.
En Las Furias, que da título al libro, y que deriva de las Furias, también conocidas como Erinias, eran deidades de la venganza. Su misión principal era castigar a los mortales que cometían crímenes graves, especialmente aquellos contra la familia, como el asesinato, el perjurio y el maltrato a los padres. Eran implacables y temidas por su papel como guardianas del orden moral y la justicia divina.
En la novela, Parker se enfrenta a dos sicarios hospedados en el hotel, para proteger a otra mujer mientras la ciudad de Portland, como el mundo entero, se confina debido a la pandemia global de Covid-19. Pero esta misión lo puede enfrentar con «La Oficina», una mafia del noreste de EUA con la cual ya ha tenido dificultades en el pasado. Los sicarios han robado una pequeña caja que contiene los recuerdos de una niña muerta. Su madre, viuda de un mafioso de La Oficina y asesino serial, perdió a su hija y solo conserva de ella pequeños objetos: zapatitos, fotografías y algunos otros recuerdos. Es extorsionada para que entregue dinero a cambio de recuperar sus recuerdos.
Ella acude a Parker, como último recurso. Paralelamente, este debe resolver el caso de una joven cuya pareja, arrasada por las drogas, abusa de ella y amenaza con matarla. Su mandre, antigua compañera de colegio de Parke ruega su intervención. Ambos casos son contrarreloj, porque la vida de estas mujeres corre un inmenso peligro. En ambos casos, algunos espíritus recorren las calles y las habitaciones del hotel de un Maine verdaderamente extremo.
Dos novelas en una del maestro del thriller gótico, que demuestran su madurez y son un ejemplo de que tenemos un Charlie Parker para rato. Anímese con esta lectura, seguro lo atrapa, mientras esperamos juntos a que llueva.
Ilustración portada: Pity