“La obra insigne del sexenio es sin duda el Tren Maya, que ha pasado por alto los convenios nacionales, internacionales, pisoteado amparos, permisos de cambio del uso del suelo, estudios de impacto ambientales, las consultas libres e informadas.”
Leopoldo Chassin Ramírez
Palabras y Utopías
Ya hemos venido hablando de la importancia de preservar la salud en la naturaleza y en los diversos sitios donde se encuentra el agua, elemento crucial para la pervivencia de los seres vivos sobre el planeta, así como del uso abusivo que hemos hecho de ella.
También iniciamos algunas preguntas y reflexiones sobre otro de los elementos indispensables para la vida, la Tierra, así como las amenazas que se ciñen sobre ella. Todo ello en Regla de Tres.
La Madre Tierra hoy vive-sufre los embates de la irracional codicia insaciable del homo ¿sapiens?, que, con sus adelantos científico-tecnológicos creados, sin siquiera pensar en los efectos que tienen sus inventos sobre la Pachamama y nuestras vidas.
Una de las amenazas para la calidad-cantidad de agua y la salud de la superficie terrestre, son las superobras, ejecutadas por la ¿sabiduría? y la mano compulsiva incontenible y poderosa del hombre-herramienta. ¿Es necesario cuestionar éticamente a la Ciencia-Tecnología y a sus creadores-desarrolladores-constructores?
El conocimiento inconexo e irreflexivo que únicamente estudia al objeto de análisis sin mirar ni analizar los efectos que causará a la Madre Tierra, nos ha traído hasta donde estamos; los efectos climáticos que padecemos, y como diría Don Teofilito, “y los seguiremos padeciendo” mientras….
Sin las herramientas que hemos mencionad y la vertiginosidad destructiva y letal de la sociedad actual, no sería posible tal fatalidad. En pocas décadas hemos alcanzado casi el infierno.
Si nos encontramos en un callejón sin salida, lo mejor sería detenernos y retroceder el camino mal andado que nos trajo hasta aquí. ¿Continuaremos en la ciega necedad?
Los megaproyectos
Lo que hace 50 años considerábamos un megaproyecto, digamos presas como la de Chicoasén en el Cañón del Sumidero, la más alta del mundo en esa época, construida en seis años, entre 1974-1980, hoy con las nuevas herramientas se construiría en mucho menor tiempo. Muchos sitios arqueológicos quedaron inundados-sepultados para siempre. ¿Una paradoja?
Las zonas turístico-hoteleras construidas en la península de Yucatán, Vallarta, Ixtapa-Zihuatanejo construidas entre los años70-80-90, de forma desordenada y y sin planeación, trajeron consigo un sinnúmero de problemas, entre otros, el crecimiento de la población que en algunos casos se multiplicó por 10 o 25 veces, trayendo de la mano crisis en el suministro-deshechos de aguas, devastación de áreas de selva, manglar, especies animales, empleos precarios, prostitución, encarecimiento de la vida, migración, fragmentación de la vida comunitaria, desplazamientos, etc. ¿Es el camino correcto?
Cancún en 1980 tenía 35 mil habitantes hoy 900 mil. Creció 25 veces. Recibe 32 millones de turistas anualmente.
Puerto Vallarta en 1970 tenía 24 mil habitantes hoy 250 mil. Creció 10 veces. Recibe 2 millones de turistas anuales.
Ixtapa-Zihuatanejo en 1980 de ser un municipio pequeño hoy se ha convertido en uno de los centros poblacionales más grandes de Guerrero.
La mayoría de los hoteles para turistas son de cadenas internacionales y nacionales que abusando de las necesidades de los pobladores, pagan salarios de sobrevivencia..
¿Se ha respetado a la diversidad en la Madre Tierra? ¿La hemos lastimado? ¿Y la ética de los que han construido y quienes dieron las autorizaciones? Seguramente los que “mataron a la vaca como los que le ataron la pata” hoy son millonarios.
Tren Maya y la ética
Desde el origen del megaproyecto hasta su casi conclusión, se han escuchado y visto multitud de voces que se han opuesto al trato que se le ha dado a la Madre Tierra. Y por supuesto, no han sido las voces de quienes la obra les traerían beneficio económico: Ejército, clase política variopinta de todos los partidos políticos, empresas hoteleras, restauranteras, agencias viajes, inmobiliarias y los habitantes que imaginan que tendrán empleos bien remunerados, y el actor que recientemente acompaña hoy todo lo relacionado con dinero, el crimen organizado y los diversos carteles, que ni los mismitos yanquis pueden controlar.
Sobre la precariedad de los empleos generados por los dueños de las empresas, se corrobora que en cualquiera de los empleos en hoteles, restaurantes, bares, mantenimiento, la amplia mayoría es inferior a los tres salarios mínimos, es decir menos de 10 mil pesos que el INEGI considera insuficientes para vivir en las llamadas zonas caras.
Los discordantes
De las primeras voces que cuestionaron el proyecto antes de que se iniciaran las obras, pidieron información detallada del alcance de la obra. Fueron más de 100 investigadores, ambientalistas, artistas, intelectuales diversos. “Los abajo firmantes” los llamó el presidente electo.
Para el 20 de abril de 2022 fueron más de 300 investigadores, de diversas disciplinas y organizaciones ambientalisas y de derechos humanos, entre ellos decenas del Instituto de Ecología de la UNAM, quienes enviaron una carta a López Obrador apremiándolo a que los escuchara y dialogaran sobre el tema. No los fumó.
Los organismos internacionales ignorados son la UNESCO-ONU, Protocolos de Nagoya y Escazú, el Convenio 169 de la OIT-ONU, pese a que México ha suscrito esos compromisos.
Los ignorados son entre otros, opiniones de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH. Escuela Nacional de Anropología e Historia, ENAH.
¿Alguna vez se les escuchó por alguna autoridad involucrada en el proyecto?
¿Es ético ignorar otras voces y opiniones?
Les aplicaron el “ni los veo ni los oigo” de Carlos Salinas de Gortari, o el “Ya digo cualquier tontería, ya no importa. Total ya me voy” de Vicente Fox o el “escuchen, radicales de izquierda, que para mí no son más que conservadores” de López Obrador en 2019.
La obra insigne del sexenio es sin duda el Tren Maya, que ha pasado por alto los convenios nacionales, internacionales, pisoteado amparos, permisos de cambio del uso del suelo, estudios de impacto ambientales, las consultas libres e informadas.
Cuando no hay argumentos, el Estado aplica el argumento publicado en el DOF del 22/11/2021 que justifica la opacidad. Más obscuro que las aguas negras. ¿O qué no?: “….interés público y seguridad nacional la realización de proyectos y obras a cargo del Gobierno de México asociados a infraestructura de los sectores comunicaciones, telecomunicaciones, aduanero, fronterizo, hidráulico, hídrico, medio ambiente, turístico, salud, vías férreas, ferrocarriles en todas sus modalidades energético, puertos, aeropuertos y aquellos que, por su objeto, características, naturaleza, complejidad y magnitud, se consideren prioritarios y/o estratégicos para el desarrollo nacional”.
¿Se contradice con el Artículo 4o de la constitución sobre el Derecho Ambiental?
¿Transparencia? ¿Avanza la democracia? ¿Importa la Madre Tierra? ¿Dónde quedó la ética?
Ilustración portada: Pity