En México se prohíbe aún la práctica de la eutanasia, se considera homicidio y se sanciona con penas que van de los cuatro a los 70 años de prisión
Ivonne Monreal
En México se prohíbe aún la práctica de la eutanasia, que considerada homicidio, se sanciona con penas que van de los cuatro a los 70 años de prisión. En tanto, en el mundo son siete las naciones que la han legalizado, siendo pioneros los Países Bajos desde hace 25 años.
En América Latina, solo en Colombia es legal la eutanasia desde el 2015 para personas mayores de edad con patologías oncológicas o no oncológicas en fase terminal, mientras Chile y Argentina aplican el llamado consentimiento informado, consistente en suspender tratamientos artificiales que prolongan la vida de un enfermo en estado crítico.
Además de los Países Bajos, desde 1998 en China se aprobó una ley que permite a los hospitales culminar con la vida de los pacientes en fase terminal; en mayo de 2002, entró en vigor en Bélgica una ley que regula la eutanasia y se despenalizó también en Luxemburgo, España, Canadá y Nueva Zelanda.
En Suecia, si bien no existe una ley que la autorice, quienes la practican no son perseguidos penalmente; en tanto en Suiza, no es legal la eutanasia, pero es admitido por ley el suicidio asistido.
Otros países que analizan algunos proyectos de ley destinados a regular en la materia son el Reino Unido, Francia y Portugal; no obstante, solo un tres por ciento de las naciones en el mundo han legislado de manera positiva para dar una muerte digna a personas que sufren los estragos de padecimientos sin cura.
Sin acceso en México
México penaliza la eutanasia, pero cuenta con la Ley de Voluntad Anticipada que, similar al caso de Chile y Argentina, permite a los enfermos terminales decidir si continúan o no con tratamientos que prolonguen su vida.
La primera legislación en esta materia surgió en 2008 en la Ciudad de México y hasta la fecha ha sido replicada en 14 estados de la República, en los cuales han sido atendidas más de 10 mil solicitudes, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam).
La Ley de Voluntad Anticipada está vigente en Coahuila, Aguascalientes, San Luis Potosí, Hidalgo, Guanajuato, Guerrero, Nayarit, Estado de México, Colima, Oaxaca, Yucatán y Tlaxcala.
En Michoacán, la Ley de Voluntad Vital Anticipada se aprobó en 2009 y en síntesis, como lo resume en el inciso VII del artículo quinto, permite “la interrupción de todo medicamento que busque contrarrestar la enfermedad terminal del paciente y el inicio de tratamientos enfocados a la disminución del dolor, cuidados básicos y malestar”.
En contraparte, la eutanasia se castiga con cárcel. No obstante, la pena es menor a la establecida por un homicidio simple intencional, aunque se aborda como un homicidio calificado si se somete a este método a un menor de edad o un enfermo mental.
Países Bajos a la vanguardia
El procedimiento de notificación de la eutanasia y el suicidio asistido existe en los Países Bajos desde el primero de noviembre de 1990, pero su plena maduración en términos normativos se concretó con la creación de los Comités Regionales de Revisión de la Eutanasia (RTE) en 1998.
La ley entró en vigor el primero de abril de 2001, pero la eutanasia ya había sido despenalizada en 1994. Esto es, seguía siendo un delito en el papel, pero era posible no procesar a un médico si demostraba que había actuado a petición del paciente.
A partir de la creación de cinco Comités Regionales el primero de noviembre de 1998, cada año se emite un reporte pormenorizado de los casos en su página.
En sus dos primeros meses de operación, los comités atendieron 349 casos (316 de eutanasia, 29 de suicidio asistido y cuatro que combinaban ambos procedimientos). Acorde al último informe de los RTE, en 2021 atendieron siete mil 666 casos de eutanasia, de los cuales el 50.1 por ciento fueron mujeres y el 49.9 por ciento hombres.
El método implementado fue la eutanasia en siete mil 459 de los casos, 189 por suicidio asistido y 17 una combinación de ambos procedimientos. La causa del 61.1 por ciento de los casos fueron tumores, 13.2 por ciento por diferentes enfermedades combinadas y 6.5 por ciento por Parkinson, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o enfermedades del sistema nervioso.
Padecimientos del corazón (349 pacientes), pulmones (237) y demencia (215) fueron otras de las causas que involucraron la eutanasia siendo la tasa más alta entre personas de entre 71 a 80 años (34.7 por ciento de los casos), de 81 a 90 años (26.3 por ciento) y de 61 a 70 años (19.2 por ciento).
El 81.2 por ciento de los pacientes se sometieron a la eutanasia en sus domicilios particulares, el resto en hospitales o residencias de adultos mayores y, en muchos casos, la RTE interviene de manera directa en la aplicación del método.
Un 20 por ciento de los médicos holandeses canalizan los casos a los RTE, entre otras razones, por motivos ideológicos o porque el paciente no está aún en fase terminal.