Regla de Tres

Perdiciones-maldiciones: TLC y TMEC


Estamos a punto de una conflagración, chocamos con una realidad muy pero muy cruda: las promesas del neoliberalismo y sus TLM y TMEC se esfumaron…”

La reciente perdida de rumbo de nuestro país, se dio a raíz del nacimiento del llamado neoliberalismo, -una de las múltiples faces del capitalismo, los zapatistas le dicen una de las múltiples cabezas de la hidra capitalista- a raíz del concubinato de los mandamases  del mundo, Estados Unidos y Reino Unido, Reagan-Tatcher en el apartado de Políticas neoliberales.

Esta fase se caracterizó por la reducción del gasto social en salud, educación, entre otras, y el de reducir la función del Estado, privilegiando a la clase empresarial-financiera, trayendo consigo la privatización de los servicios que sólo unos cuantos privilegiados, de aquí la radicalización del racismo-blanquitud, cambiando radicalmente los valores de la sociedad, el privilegiar el tener al ser,  del que hablaba Erich Froom, es decir, privilegiaron el individualismo y el consumo desenfrenado que hoy vivimos. Según estudio sobre los deudores de las tarjetas bancarias, están ligadas principalmente a la compra de baratijas ligadas a la moda, trapos, autos, maquillajes, tratamientos de belleza, es decir; de artículos no de primera necesidad.

El neoliberalismo propone la eliminación de restricciones y regulaciones, así como la apertura de fronteras para la entrada de mercancías, capitales y flujos financieros. ¿Algo parecido al TLC-TEMEC que hoy nos trae de la gamarra?

Además, aumentar las tasas de interés, reducir la inflación, para evitar la devaluación de la moneda. ¿Y cuál fue la petición, casi súplica de la presidenta Claudia Sheimbaum a los agiotistas bancarios? El Servicio de Administración Tributaria (SAT) confirma que las utilidades de los bancos fueron como nunca antes.

También, reducir los impuestos sobre la producción de tal manera que se beneficie a los empresarios. Proponen eliminar regímenes especiales y disminuir el gasto público. Así se hará en 2025 como lo indica el presupuesto para este año.  

Defiende la liberalización o desregulación para el comercio para incentivar las inversiones positivas para el crecimiento económico. Igualmente se considera positiva la eliminación de muchas reglas y restricciones, reduciéndolas a un mínimo, propiciando con ello la flexibilidad laboral, subempleo y bajos salarios. ¿En el Plan México participaron o fueron tomados en cuenta los trabajadores? ¿Quiénes aparece en primera plana junto a la presidenta? Los millonetas.

¿Y qué son los polos de desarrollo en el sur, sureste de México, en que el gobierno les pone en bandeja de plata carreteras, trenes, electricidad, agua, exención de impuestos, etc?

Como que son muchas de las caracterizaciones del neoliberalismo que cuadran como traje hecho a la medida para decir, de aquí es. ¿O qué no?

¿Candil de la calle y obscuridad de tu casa?

La apertura comercial propiciada por la firma del Tratado de Libre Comercio en 1992 por Carlos Salinas y papá Bush traía consigo.  “Al firmarse el TLCAN se planteó un plazo de 15 años para la eliminación total de las barreras aduaneras entre los tres países. Además, se acordó que debían ser retiradas las restricciones existentes al comercio de varios productos, incluyendo vehículos de motor y piezas para estos, las computadoras, los textiles y la agricultura” ¿Son los problemas que nos tiene hoy en día en tal encrucijada? ¿Y dónde están Salinas, Zedillo, los hacedores de milagros?

La irrupción del levantamiento zapatista del uno de enero de 1994 vino a marcar una nueva pauta, a lo que hasta después de 31 años, tardíamente nos dimos cuenta del desastre que venían consigo, las firmas del TLC y TMEC. Los campesinos y nuestra dependencia alimentaria son prueba irrefutable de ello,

En colaboraciones para Regla de Tres hablamos de la pérdida de rumbo que llevamos como país, a consecuencia privilegiar mirar primero hacia afuera, en lugar de atender lo indispensable y urgente hoy la papa. La dependencia alimentaria y la dependencia de exportaciones de aguacate, jitomate, tequila, cerveza. La privatización de la educación y salud, corrupción. Los saldos pendientes.

¿Nos han beneficiado el TLC y el TMEC?

Debería de sorprendernos que la presidenta, la que lleva la batuta en la conducción de México, mantenga su tozudez de querer mantenernos bajo la conducción del TMEC que ha distorcionado nuestra economía, convirtiéndonos en un país maquilador y dependiente alimentario, y más ahora, bajo los exabruptos de Trump.

Aquí el mensaje que Claudia Sheinbaum dijo en la Heroica Escuela Naval Militar al encabezar la ceremonia por el 111 aniversario de la Gesta Heroica de la Defensa del Puerto de Veracruz por EU en rememora la invasión de tropas estadounidenses en 1914. La historia de los abusos y las invasiones de los yanquis no han parado desde entonces.

Lo que más conviene a Norteamérica es mantener nuestra alianza económica para competir con otras regiones del mundo y en el futuro avanzar hacia todo el continente, siempre con respeto a la independencia y soberanía de los pueblos.

Cuando se compite, siempre hay perdedores y ganadores. ¿Y si el equipo dentro del TEMEC, donde el capitán que da las órdenes-instrucciones es Trump? ¿Confía la presidenta en el capitán del ¿equipo? que sólo piensa en él?

Jitomate, aguacate, hortalizas

En tan sólo dos décadas de las tres que llevan el TLC-TMEC de 1992, las exportaciones de hortalizas se dispararon más de cuatro veces. Las cifras publicadas por el gobierno mexicano, parecería que se enorgullecen de tales cifras. Empleos 305 mil. Salario promedio mensual 4,800 pesos. Empleos informales 71 %. Escolaridad 7 años.

El saqueo del agua para su producción, amén de los agrotóxicos que envenenan los campesinos y a nuestra Madre Tierra.

¿Son alentadoras estas cifras para los trabajadores del campo?

¿Hora de dar volantazo?

Estamos a punto de una conflagración, chocamos con una realidad muy pero muy cruda: las promesas del neoliberalismo y sus TLM y TMEC se esfumaron, nos han enchufado con su desgracias y ocurrencias.

Ni a nuestro ¿socio? le funcionó, de ahí sus imposiciones al resto del mundo.

¿Y qué tal si se les ocurre ya no comprar o aumentar aranceles a hortalizas, jitomate, aguacate, fresa, arándanos…. O se les antoja  vendernos más caros: maíz, trigo, cebada, soya, frijol, gas, gasolina, diesel, fármacos, maquinaria al precio a precios altos?

¿Nos pondrían de rodillas?

También es hora de que la presidencia pregunte a la gente, a los que trabajamos de a deveras  y no a sus cúpulas partidistas, gobernadores y clase política de todos los partidos, o los firmantes del Plan México que sólo piensan en ellos. ¿Nos conviene cambiar el rumbo? ¿Y si i damos un volantazo?

Nosotros debemos poner el corazón, aguzar nuestros sentidos, las sabidurías colectiva e individual para tomar una determinación.

Los Tratados acordados por las cúpulas o grupos partidistas hoy nos tienen así, con una incertidumbre y angustia sobre el devenir de nuestras vidas, de quienes trabajamos.

Una decisión de tal medida debería de ser consultada con la ciudadanía.

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