“La madera es un material natural derivado de las células vegetales, o mejor dicho de los fantasmas de células…”
Horacio Cano Camacho
Hace unos días observaba a un grupo de albañiles construyendo una cimbra para una losa de concreto en mi casa. Se esforzaban en cortar madera y rellenar los huecos dejados por los paneles, también de madera, para completar las irregularidades impuestas por el diseño. Me acerqué y les hice varias preguntas, ingenuas pero genuinas debido a mi falta de conocimiento, y amablemente me explicaron con todo detalle.
Una de las preguntas surgió por mi asombro al ver el uso de madera que, en poco tiempo, quedaría como desperdicio. Les pregunté por qué no usaban esas cimbras modernas de acero o aluminio que se ensamblan como un juego de lego para soportar el peso del concreto fresco.
A pesar de que elogiaron las cimbras modulares de metal, preferían la madera en construcciones que no fueran muy exigentes, debido a la practicidad, facilidad y flexibilidad de la madera para adaptarse a las necesidades de la cimbra y su capacidad de ser reutilizada en otros proyectos. Además, la madera es muy resistente, fácil de trabajar, ligera y más económica. Estas observaciones me llevaron a reflexionar sobre nuestra dependencia de este material.
El uso de la madera en la construcción es una práctica con una larga y antigua historia que se remonta a miles de años. Los seres humanos hemos utilizado la madera como material de construcción desde tiempos prehistóricos, en elementos como muebles y elementos arquitectónicos (vigas, columnas, techos, puertas, ventanas, muros, pisos, revestimientos de muros, escaleras, etc.). Es difícil imaginar un mundo sin madera.
Recientemente, ha habido un renovado interés en la construcción sostenible, lo que ha llevado al desarrollo de técnicas avanzadas de construcción en madera, como la construcción en madera laminada encolada, que permite la creación de edificios de gran altura. También se ha desarrollado el uso de paneles de MDF, que se producen mediante la unión de fibras de madera obtenidas principalmente de residuos y serrín con resinas y adhesivos a alta presión y temperatura.
Además, se ha estado trabajando en la creación de «madera sintética» (MS), que se fabrica combinando materiales plásticos y de madera, como partículas de madera, fibras de madera o serrín, con resinas y otros productos químicos. Este material se utiliza como alternativa a la madera natural en una variedad de aplicaciones, desde la construcción de terrazas y vallas hasta muebles de jardín y revestimientos de paredes.
A pesar de las ventajas de los paneles MDF, la madera terciada y la MS sobre la madera natural, como su resistencia, durabilidad y capacidad para resistir plagas y hongos, la madera sigue siendo insustituible debido a su belleza, complejidad y variabilidad en vetas, colores, aromas, aspecto, labrado y otras propiedades.
La madera es un material natural derivado de las células vegetales, o mejor dicho de los fantasmas de células, producidos por las paredes celulares que sobreviven a la muerte celular y formado compuestas principalmente por fibras de celulosa, hemicelulosa y lignina, además de otros componentes como taninos, resinas y otros polisacáridos y metales. Esta estructura natural ha tratado de ser imitada mediante la disposición de fibras de celulosa en matrices de resinas y adhesivos. Estos últimos establecen las características y la calidad de la MS, creando paneles para diversas aplicaciones. Todos mezclan polvo de madera (fibra) con resinas adhesivas como urea-formaldehído, melanina-urea-formaldehído, resinas fenólicas e isocianatos. Sin embargo, se están buscando materiales biobasados más duraderos, económicos y sostenibles.
Existen varios adhesivos basados en materiales naturales renovables que están a la vanguardia de los nuevos desarrollos. Algunos de estos ya son industriales, como los adhesivos de tanino y algunos adhesivos de soja, lignina y gomas naturales, mientras que otros están en proceso de industrialización, y muchos otros aún se encuentran en etapa experimental. El término «adhesivo biobasado» se utiliza en un sentido específico y estrecho para incluir solo aquellos materiales de origen natural, no mineral, que pueden utilizarse como tales o después de pequeñas modificaciones para reproducir el comportamiento y el rendimiento de las resinas sintéticas.
Los desarrollos más recientes implican la obtención de fibras no solo a partir de serrín de madera, sino también de materiales vegetales de desecho como bagazo, rastrojos, paja y material de plantas invasoras. Los adhesivos se obtienen mediante la acción de enzimas purificadas de hongos y otros microorganismos, lo que da lugar a gomas más efectivas y duraderas.
Los bosques se enfrentan a grandes presiones debido al cambio de uso del suelo (deforestación para agricultura y ganadería), urbanización, la industria de la papelera, la tala excesiva y, sobre todo, el cambio climático, que está alterando las vocaciones forestales en todo el mundo y amenazando uno de nuestros principales recursos de construcción, además de agravar la crisis ambiental. Por lo tanto, la investigación en esta área es fundamental, y para ello necesitamos profesionales en ingeniería, diseño e innovación en madera.
Ilustración portada: Reco