“Con la droga mortal a punto de salir a las calles, Gamache se apresura en busca de respuestas, en una carrera contra el tiempo.”
Horacio Cano Camacho
Zona Oscura
El inspector Armand Gamache se mudó de Québec a la pequeña comunidad de Three Pines, donde buscaba tranquilidad, un sentido de comunidad y pertenencia. Sin embargo, esos beneficios de vivir en un lugar tan acogedor parecen escapársele. En su último caso, algo salió mal: perdió un cargamento de opioides que iba a ser incautado. Aunque la mayoría de las drogas ya han sido recuperadas, las autoridades necesitan un chivo expiatorio para presentar ante el público. A pesar de que Gamache, como director de la Sûreté du Québec, actuó correctamente junto con su equipo, es suspendido «mientras se realiza la investigación correspondiente». Esa suspensión, sin embargo, se prolonga demasiado: seis meses de inactividad son un exceso que sugiere que sus superiores desean culparlo de algo de lo que no es responsable.
La vida en Three Pines transcurre lentamente para un Gamache acostumbrado a la acción. Un día, recibe una carta del notario Laurence Mercier, quien le convoca a una casa en pleno bosque para la lectura de un testamento. Ante una petición tan extraña, Gamache, fiel a su curiosidad, investiga un poco y descubre que el notario lleva seis meses muerto. Esto aviva su interés y decide acudir a la cita en la fecha y hora indicadas. Al llegar, se encuentra con una casa antigua, completamente descuidada y aislada. Sus sentidos están alerta, pero su naturaleza curiosa lo impulsa a seguir adelante.

Resulta que no fue «citado» solo. Junto a él aparecen Myrna Landers, la librera de Three Pines, y Benedict Pouliot, un joven albañil de Québec. Allí descubren que una completa desconocida, la anciana Bertha Baumgartner, los ha nombrado ejecutores (albaceas) de su testamento. Ninguno de ellos había conocido nunca a la mujer.
El testamento es tan peculiar, con legados tan improbables, que Gamache y los demás sospechan que la anciana estaba delirando. Pero ¿y si -comienza a preguntarse Gamache- estaba perfectamente cuerda? Poco a poco, las piezas empiezan a encajar, aunque Gamache siente que avanza a ciegas. Cuando aparece un cádaver, lo que parecía extraño se torna menos enigmático y mucho más amenazante.
Mientras tanto, la investigación sobre los eventos de hace seis meses -aquellos que llevaron a su suspensión- sigue extendiéndose hasta el final del invierno. Aunque casi todos los opioides que dejó escapar para desmantelar los cárteles han sido recuperados, falta una cantidad devastadora: suficiente fentanilo como para matar a miles de personas ha desaparecido en Montreal. Con la droga mortal a punto de salir a las calles, Gamache se apresura en busca de respuestas, en una carrera contra el tiempo.
A medida que recurre a conductas cada vez más audaces e incluso desesperadas para recuperar la droga, Armand Gamache comienza a enfrentarse a sus propios puntos ciegos… y a las terribles verdades que se esconden en ellos.
El reino de los ciegos (Salamandra, 2024), de Louise Penny, es la entrega más reciente de la saga de Armand Gamache, la número 14. Se trata de un relato ingenioso, lleno de misterio y personajes entrañables. Puede leerse de forma independiente, ya que Penny logra, como siempre, situar a los nuevos lectores en contexto en apenas unas líneas. Además, existe la excelente serie de HBO, una buena opción para adentrarse en el universo de Three Pines si no puedes emprender la gozosa tarea de leer todos los libros anteriores, aunque yo lo recomiendo encarecidamente.

Estamos ante una historia emocionante, enmarcada en relatos de misterio de la mejor calidad. Penny se acerca al cosy crime, un género que ya hemos explorado en esta sección, caracterizado por la casi total ausencia de violencia explícita y por personajes inmersos en sus vidas cotidianas. Pero eso es solo superficial: los casos y el proceso de investigación de Gamache son profundos, inteligentes y adictivos. Estamos ante una escritora de gran talento que explica el éxito internacional de su serie diciendo que «habla de la pertenencia a una familia, a la comunidad, a un grupo de amigos, sin importar dónde vivas». Sus historias confrontan la dura realidad de la vida, alejadas del dulce sopor de un pequeño pueblo idílico.
Para estas vacaciones, recién iniciadas, El reino de los ciegos promete ser una lectura apasionante. ¿Qué más se puede pedir?
Ilustración portada: Reco
