Regla de Tres

Arantepacua, la herida abierta


Aquellos que se creía bajo control del Estado con obras gubernamentales en su territorio, no olvidan que la impunidad, es el mayor agravio

La herida muestra carne viva a siete años de infringida, la rabia es una de sus expresiones. Una vez más, Arantepacua deja escuchar su grito de exigencia frente a la impunidad.

Paso a paso, hombres y mujeres, con sus familias allanan camino en Morelia desde casa Michoacán hasta Palacio de Gobierno. Son siete años de distancia desde la irrupción de las fuerzas de seguridad en la comunidad, que costó la vida de cuatro comuneros, además de la tortura de casi media centena.

El grito se siente fuerte: oficinas públicas, vehículos oficiales y privados, muros y cristales dan cuenta de su intensidad. Los enormes judas de cartón con los rostros de Silvano Aureoles, Adrián López y Juan Bernardo Corona, gobernador, secretario de gobierno y secretario de seguridad pública respectivamente en ese 5 de abril de 2017, son memoria de que la justicia en México carece de brazos.

Aquellos que se creía bajo control con obras gubernamentales en su territorio, no olvidan que la impunidad es el mayor agravio, y que en ese las fronteras políticas entre administración y administración no existen, no disculpan y no eximen.

Como tal, las autoridades responden de la misma manera: chorros de agua, gases lacrimógenos y fuerzas de seguridad sobre la avenida principal de Morelia para disolver la manifestación. Aunque la justificación -con lucro político- se da poco después a través de las redes sociales del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, no hay excusa que valga: fue y es el Estado.

«5 abril no se olvida», eran las pintas que se realizaron durante la marcha


Algunos anuncios que sirven de publicidad fueron rotos por los comuneros durante la marcha


Durante la manifestación se realizaron quema de vehículos privados y pintas en empresas


En las oficinas del Banco Bienestar rompieron cámaras de vigilancia, vidrios y realizaron pintas como: «Arantepacua vive» y «5 de abril no se olvida»


Silvano Aureoles, Juan Bernardo Corona y Adrián López Solís fueron las tres figuras que se llevaron entre rejas por parte de la comunidad


«Arantepacua Vive» y «5 de abril no se olvida» fueron también consignas se se pintaron sobre la fachada del SAT


Las oficinas del SAT fueron vandalizadas por los comuneros


Trabajadores del SAT contemplan desde lejos la intervención de los comuneros en las oficinas


Frente a un Palacio de Gobierno atiborrado de vallas y unas láminas que protegían la puerta principal, comuneros realizaron pintas y rompieron cristales


Comuneros buscan derribar las láminas que protegen la puerta principal de Palacio de Gobierno


Comuneros intervienen fachada del Palacio Legislativo


Con resorteras comuneros rompían vidrios de las ventanas del segundo piso del Palacio de Gobierno


Comuneros rompieron los cristales de las ventanas de Palacio de Gobierno


Intervención sobre las ventanas de Palacio de Gobierno


Comuneros toman un vehículo de la Coca Cola y lo estrellan contra la puerta de Palacio de Gobierno


Queman las figuras de Silvano Aureoles, Juan Bernardo Corona y Adrián López Solís a un costado de la Catedral y frente a Palacio de Gobierno, en simulación de un juicio político


Después de la represión a los comuneros de Arantepacua por parte de la Unidad del restablecimiento del Orden Público (UROP), se resguardó la fachada del Palacio de Gobierno



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