“La presidenta electa tiene en sus manos las expectativas de 35 millones de mexicanos, ojalá esté a la altura de poderlas cumplir.”
Francisco Viveros Dávalos
Vivero de Ideas
Las cifras hablan por sí solas: Claudia Sheinbaum (MORENA-PVEM-PT) ha ganado las elecciones presidenciales con cerca del 58 por ciento de la preferencia electoral, seguida de Xóchitl Gálvez (PRI-PAN-PRD) con alrededor del 28 por ciento y en tercer lugar Jorge Álvarez Máynez alcanzando el 10 por ciento. Es la primera vez que una mujer llega a la Presidencia de la República, un hecho histórico para nuestro país.
El presente Vivero de Ideas se propone analizar qué pasó en cada uno de los proyectos que participó en los comicios, y se intentará hacer una breve prospección de qué viene en lo sucesivo.
En el caso de la coalición Sigamos haciendo historia, los resultados electorales coinciden con la aprobación del todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual ronda el 60 por ciento. La presidenta electa tiene en sus manos las expectativas de 35 millones de mexicanos, ojalá esté a la altura de poderlas cumplir.
Algunos de los retos con los que se enfrentará son: la creciente ola de violencia y violaciones a los derechos humanos producto de las pugnas entre cárteles del crimen organizado, una crisis humanitaria en ambas fronteras producto de las políticas migratorias de Estados Unidos, varias incógnitas por responder en relación a los servicios de salud pública, por mencionar solo algunos.
Se espera que la nueva jefa de Estado gobierne con sello propio, que tenga la capacidad y el interés de dialogar con las demás fuerzas políticas, y que cambie el rumbo en algunos rubros (política exterior, medioambiente, entre otros) con respecto del actual mandatario.
Del lado de los partidos que conformaron la coalición Fuerza y Corazón por México, el panorama es desolador: una diferencia de 2 a 1 con respecto del primer lugar, tan sólo una gubernatura de las 9 que estuvieron en juego, un remonte de la coalición oficialista en la mayoría de las alcaldías de la Ciudad de México y mayoría calificada para Sheinbaum y compañía.
Algunas de las posibles explicaciones para este escenario se enumeran a continuación: Los partidos políticos que conformaron la coalición, desmantelaron su identidad y abandonaron sus ideales para apostar por una aritmética electoral que resultó errada (por ejemplo, aun juntando los votos del tercer lugar habrían quedado lejos de llegar a la meta), privilegiando el reparto de candidaturas entre las cúpulas partidistas.
En segundo lugar, no lograron colocar temas en la agenda durante el sexenio, teniendo qué esperar a que el presidente saliera a su conferencia de prensa matutina para responderle. En ese sentido, durante su campaña dedicaron demasiado tiempo en descalificar a la candidata y al gobierno de la llamada Cuarta Transformación, dejando de lado sus propuestas, las cuales nutrieron con desinformación, miedo y discursos poco tolerantes.
En tercer lugar, asumieron que más personas compartirían su animadversión por el actual gobierno, desestimando la aprobación presidencial y de la propia candidata oficialista.
Es imperativo que realicen una renovación de dirigencias nacionales, incluso algunos ya manejan la posibilidad de aglutinarse para formar una nueva agrupación política.
Por su parte, el partido fosfo fosfo mostró cuáles son sus alcances en los primeros comicios en los que van sin alianza: su candidato pasó de que pocas personas lo conocieran a obtener un 10 por ciento de votos en tan solo un par de meses, a diferencia de las otras dos candidatas que mucho antes de las campañas ya tenían las cifras que ratificaron la noche del 2 de junio. Este hecho por sí mismo constituye un logro para la agrupación naranja.
Aunado a ello, el triunfo del candidato a la gubernatura de Jalisco, Pablo Lemus, le da un bonche de oxígeno al saliente Enrique Alfaro, obliga a Dante Delgado a mirar más hacia la entidad tapatía y pone en alerta al matrimonio García-Rodríguez y a Colosio Riojas.
De esta manera el recuento de los daños es el siguiente: Una fortalecida 4T que deja la vara aún más alta, una extraviada oposición en peligro de extinción, y un Movimiento Ciudadano que habrá que seguir más de cerca.
Ilustración portada: Reco
